Aprovecho una vez más estas fechas para desearte a ti y a tu familia una muy feliz Navidad.
La celebración del nacimiento del Salvador en la fría noche del Portal y del Pesebre trae con facilidad a la memoria la inocencia y la pobreza de los niños de Karibu Sana.
… pastores
Tú con tu ayuda podrías representar a uno de esos pastores que se acercaron a la cueva de Belén con lo que tenían en ese momento entre manos: un cordero recién parido, el zurrón con las almendras con las que pensaba distraer la noche, algo de queso o de leche, la torta que le hubieran preparado en casa…, tantos detalles sobre los que cantamos en los villancicos y que se parecen a los donativos que hacen posible Karibu Sana.
… o Reyes
O quizá te parezcas a los Reyes Magos o –por no ser tan audaz– a alguno de sus pajes, porque lo que les das a estos niños te supone un esfuerzo, como a ellos tres se lo supuso su viaje; y porque lo envías hasta un lugar lejano (¡a Kenia!) en el que buscas a un niño que nada tiene, completamente consciente de su valor infinito, queriendo colaborar en su cuidado.
que regalan…
Un año más, y hemos cumplido los primeros ocho, tú y tantos otros os habéis volcado con los 430 niños y niñas que se benefician de forma directa de Karibu Sana, y con sus familias.
Habéis conseguido
que tengan una infancia mejor,
que se alimenten cada día,
que asistan a clase,
que se encuentren seguros.
Habéis colaborado
con Kwetu Home of Peace,
con Dorothea Rescue Centre,
con Sister Lucy en Eldoret,
con Desert Streams School,
con Transform School
para que puedan ayudar con eficacia a algunos de los niños más pobres del mundo.
Y podéis estar orgullosos del puñado de jóvenes que han llegado a las aulas de la universidad o de una formación profesional superior cuando hace poco años parecían abocados a la marginalidad y la pobreza.
futuro
Se acercan buenos tiempos para Karibu Sana, y eso que los que hemos vivido en estos ocho años han sido excelentes. Y gracias a ti y a tu familia. Seguro que el Niño del Portal te sonríe desde el Belén porque «cuanto hicisteis a unos de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis« (Mt, 25, 40).
Déjanos, por favor, seguir contando contigo… ¡y feliz Navidad!
La conocimos a través de una de las sisters de Kwetu Home of Peace: una chica joven y huérfana que vivía en Zambia, el país de las Cataratas Victoria, un tercio más grande que España, con 19 millones de habitantes de los que el 12% está infectado de VIH, con una esperanza de vida de 51 años y con 12 médicos por cada 100.000 habitantes.
Mambo, la segunda por la derecha, con tres amigos.
Su nombre nos suena musical: Mambo Meldon. Y su sueño, para ella imposible, estaba al alcance de la mano: Mambo quería estudiar para convertirse en comadrona y ayudar al parto a las mujeres de Zambia y a recibir niños maravillosos al mundo.
Zambia, ¡muy lejos!
Es un país en el que la mayoría de los niños abandonan la escuela a los 7 años porque a partir de ahí hay que empezar a pagar. Hay dos universidades y el 85% de la población se dedica a la pobre agricultura local. En resumen, lo que podíamos hacer por Maldon, y por las consecuencias de su trabajo (que los niños vengan al mundo en las mejores condiciones posibles), marcaba realmente una diferencia.
El diploma de Mambo
Decidimos apoyarla. Ha estudiado durante cuatro años para acabar el colegio y sus estudios sanitarios y acaba de graduarse.
2. Su carta
En agradecimiento nos ha escrito esta carta y nos ha mandado su sonrisa.
«Al equipo de Karibu Sana.
Querido Javier Aranguren:
Te saludo en el nombre poderoso de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Espero y confío en que Dios todopoderoso te conserve bien. Quería aprovechar el momento para expresar mi gratitud por haberme apoyado durante mi preparación en Chilonga College of NurseringEnfermería y Comadronas para obtener mi diploma como comadrona. Vuestra generosidad y consideración han hecho una diferencia en mi vida, y lo agradezco enormemente. La beca que me habéis dado no solo me ha permitido obtener mi diploma, sino que también me ha mostrado la importancia del cuidado y de la compasión en nuestro mundo. Vuestro deseo de superar obstáculos e ir más allá para ayudarme durante mi preparación significa para mí mucho más de lo que pueden decir las palabras.
Por favor, estáte seguro de que siempre recordaré tu amabilidad y generosidad, y espero tener un día la oportunidad de devolver esto mejorando la vida de alguien, como habéis hecho vosotros conmigo. Me gradué en una ceremonia el pasado 28 de octubre de 2023.
De nuevo, gracias de corazón por lo que habéis hecho por mí. Vuestra amabilidad ha cambiado mi vida de una forma realmente significativa.
Gabriel Coll, que trabaja en el Instituto Europeo de Psicología Positiva (IEPP), me escribía el pasado miércoles. Un podcast que realizan desde el Instituto, liderado por Dafne Cataluña y Eva Rodríguez, había ganado un premio de 5.000 euros en un concurso de este tipo de programas y querían donarlo a Karibu Sana. El IEPP, Gabriel y Dafne, llevan ya cuatro años colaborando con nosotros con una admirable generosidad y entrega. Y esta noticia nos ha encantado.
Javier agradeciendo el premio a su ensayo
Además ha coincidido con otra muy similar. Ese mismo día se hizo la entrega de los premios del I Concurso de Ensayo Sapietia Cordis, de la Universidad CEU San Pablo de Madrid. Uno de los tres ganadores da la casualidad de que he sido yo, y también tenía intención de donar a Karibu Sana el monto del galardón (en este caso, 2.500 euros).
Dos eventos
A estos dos premios hay que unir dos iniciativas preciosas: Maria José celebró un cumpleaños muy especial en Bilbao y pidió a sus amigos que cualquier regalo fuera para el proyecto Karibu Sana. .
Los niños mandan besos a todos los donantes
Lo mismo hicieron Maira y Miguel por su XXV aniversario de boda. Nos llegaron los donativos de esas dos fiestas al mismo tiempo y vamos a poder cubrir un montón de becas de educación con ellos
… y una monja
Sister Carol en una sesión de trabajo en Fundación Promoción Social
La pasada semana llegó a Madrid Sister Carol. Es la fundadora de Dorothea Rescue Centre, que se dedica a rescatar, rehabilitar y reinsertar a niñas de la calle. Les estamos ayudando desde que comenzaron, amueblado el centro y financiando (hasta el momento) la educación de 60 niñas. Hace una labor maravillosa. Ha venido para estar con Karibu Sana y para buscar por su cuenta otras ayudas en España. Es una ‘Sister’ (monja) que desborda alegría, optimismo y capacidad de transformar el mundo. Nos ha contado el montón de proyectos que tiene para financiar Dorothea y los frutos maravillosos que ve que brotan en las vidas de esas niñas. Su primer esfuerzo fue dotar al centro con buenas instalaciones, porque ellas no se merece otra cosa. Entre otras, una capilla magnífica que inauguró el Obispo de Nairobi que se quedó sin palabras de admiración.
Sister Carol pidiendo por sus niñas a la Virgen de la Almudena
Entre Dorothea y Kwetu Home of Peace tienen actualmente a casi 200 niños y niñas rescatados de la calle. Nuestra tarea es ayudar a la formación del personal de estos dos centros y procurar medios económicos para que los niños beneficiarios vayan a colegios internos. Antes de esta actuación casi el 70% volvían a la calle dada la mala situación de sus familias. Desde hace tres años el 100% de nuestros beneficiarios se mantiene firme en la escuela y en su educación.
Conocí a Moses en enero de 2016. Había terminado su estancia como niño rescatado en Kwetu Home of Peace y una mujer de Kenia se ofreció a financiar su educación en un internado. Hablamos varias veces, uno de los primeros niños de Kenia que pude conocer.
A los dos meses de colegio, por lo que fuera, se escapó y volvió a la calle. Me enteré de que le habían visto por Westlands, un barrio de Nairobi, viviendo en un parque y drogado. Tendría 13 años. Insistí a los trabajadores sociales de Kwetu para que fueran a buscarlo y rescatarle. Tardamos seis meses en lograrlo, pero lo logramos.
Fue entonces a vivir con su madre, una desgraciada mujer soltera y alcohólica, en el ‘slum’ de Kibera, en la más miserable de las chabolas. Desde Karibu Sana le pagábamos el colegio. Allí un compañero de clase le insultó por la situación lamentable de su madre y en un ataque de ira Moses le hizo una brecha con una botella de cristal. Intercedí de nuevo para que no le denunciaran: era un chico demasiado inteligente y demasiado sufrido como para dejarle de lado.
Un día me enteré de que había pasado dos semanas en un calabozo por mendigar: la policía lo agarró y allí lo tuvo sin denuncia ni crimen para darle una lección. A los dos meses su madre murió en el incendio de la chabola. A Moses no le pasó nada, aparte de quedarse huérfano total con 16 años.
Kibera, donde vivía Moses
Le propusimos que Karibu fuera su familia y sostenerle. Eso sí, con la ayuda de Judy Oloo, directora de Desert Streams y gran colaboradora de Karibu Sana, le llevamos a un colegio interno lejos de Nairobi.
Ha terminado el bachillerato con enorme éxito y ha sido seleccionado en una universidad pública para estudiar derecho.
Hace un mes, cuando me informaba de esta noticia, escribía:
«¿Qué hubiera sido de mí si Dios no hubiera tenido conmigo la misericordia de conocerte? Karibu Sana me ha cambiado la vida, y espero agradecerlo siempre con creces. Rezo por ti, Javier, y por todos los donantes que lo hacen posible. Doy cada día gracias a Dios por el gran regalo que me ha hecho».
Por mi parte, yo le contestaba que era uno de mis grandes héroes, y que con su esfuerzo nos enseñaba que Karibu Sana merece la pena.
Hace dos semanas pasé por la exposición de Javier Callejaen el espacio Unicaja, junto al palacio episcopal de Málaga. Entre otras obras encontré el cuadro que he puesto de portada que me parece que refleja perfectamente lo que ocurre en Karibu Sana: conseguimos que los sueños de muchos (padres e hijos) se conviertan en realidades.
Algunos ‘invitados’ a esos cumpleaños
Celebra fiestas para Karibu Sana
En las últimas semanas varias personas nos han comunicado la siguiente decisión: por diversos motivos (un cumpleaños, un aniversario sonado de boda) querían celebrar una fiesta con sus familiares y con sus mejores amigos. En la invitación, además de la fecha y hora del evento, recogían una petición:
«Si queréis hacernos algún regalo, por favor, que sea para los niños de Karibu Sana«.
Y así ha sucedido: nos han ido llegando distintas donaciones, bastantes, que podremos gastar en la educación de unos niños maravillosos de la lejana Kenia.
A lo mejor tú también tienes algo que celebrar, o un hermano o hermana tuyo, o una Primera Comunión. Incluso podrías pensar en estos niños a la hora de perfilar el testamento, como tanta gente hace, y darle una salida social a parte de tu patrimonio. En la vida se nos presentan muchas ocasiones de hacer bien el bien, de convertirnos en personas que reparten felicidad a manos llenas.
Meshak preparando el examen de fin de Secundaria.
Meshak
Un ejemplo del efecto multiplicador de nuestra generosidad lo tenemos en Meshak. Es un chico al que conocí una tarde en Nairobi en la que me acerqué a una pastelería para comprar unos dulces a los niños de Kwetu, la casa de niños de la calle. Él estaba entonces en la calle, un street boy, vestía un pantalón de pijama y nadie le hacía el menor caso. Le invité a un pastel y entablamos algo de conversación. Después quedamos en vernos, le animé a volver a casa, le animé en otro momento a ir a un centro de rescate de niños en la calle. Ahora, casi ocho años después, ha terminado la educación secundaria, y en breve seguirá con su formación en una formación profesional superior. ¿No es maravilloso?
Detrás de cada niño hay una novedad. Nosotros, tú y yo, facilitamos que ésta florezca. El dibujo que acompaña no señala que el niño piense que es un superhéroe, sino que sale adelante gracias a los superhéroes (tú, las personas que animes a unirse a este proyecto) que les cubren con su sombra.
Me escribe Sister Janerose, la directora de la casa de rescate de niños de la calle Kwetu Home of Peace. Adjunta su foto con estos dos pequeños. Son hermanos, me cuenta. Les encontraron en la calle junto a su madre, una mujer con una grave enfermedad mental. Aunque suelen dirigirse a niños más mayores, no podían dejarles a su suerte.
Sister Janerose con estos dos hermanos
Han logrado que la madre ingrese en un hospital, y están a la espera de saber cuál puede ser su mejoría. Mientras, estos dos pequeños cuentan ahora con la familia de Kwetu para estar en un hogar y no en la noche cerrada de la calle. Pasan también a formar parte de la ‘familia’ de Karibu Sana: queremos cubrir su educación hasta que sean mayores de edad. ¿Conoces a alguien que quisiera encargarse de esta misión?
De la calle a la ley
Me escribe Moses Wafula.
Es de los primeros niños que conocí, en 2015. Había sido rescatado de la calle. Una mujer de Kenia se encargó de su educación en un internado pero en un momento dado él decidió volver a la calle. Pedí que me ayudaran a encontrarle y que le dieran otra oportunidad: costó, pero lo logré.
A punto de ir a la universidad
Empezó su educación en un colegio de Kibera a la vez que volvió con su madre. Esta era una mujer alcohólica y llena de sufrimiento. Una noche le ardió la chabola en la que vivía y falleció: Moses estaba fuera de casa. Al ser huérfano total, a través de Judy Oloo, la directora de su colegio y gran amiga mía, pasamos a mantenerle.
Hace dos meses acabó la secundaria. Ahora busca plaza en la universidad: quiere estudiar derecho.
Me pide que agradezca a la gente que forma Karibu Sana el que hayamos cuidado de él «cuando yo no era nada para nadie y no tenía sitio en este mundo. Que el Todopoderoso os ayude en todas vuestras metas».
Pensábamos, con nostalgia y sonrisa, lo que habría sido de él si no nos hubiéramos encontrado. Pensamos, ahora solo con sonrisa, todo lo que podrá ser porque nos hemos encontrado y él ha permanecido firme a pesar de tantos obstáculos.
Buscando aclararse…
Y una foto de Víctor, que todavía tiene que aclarar qué hacer con su vida, que está lleno de ideas pero también en un ambiente plagado de dificultades.
Es un grupo de veinte niñas, ya el tercero de esta institución que nace a partir de Kwetu Home of Peace, que está dirigido a rescatar chicos. La más pequeña de esta ‘promoción’ tiene 4 años. Se encuentra allí junto a sus hermanas de 12 y de 9 años respectivamente: expulsadas de casa por la madre, la de 12 se encargaba de cuidar de las otras dos. La última de esta promoción llegó ayer: hoy ya sonreía. Todas han tenido un camino muy duro, que casi es mejor ni imaginar, y en Dorothea Centre encuentran el hogar que no tenían. Mucho más serenas que los niños, me decía Sister Carol que a ninguna se le pasa por la cabeza la posibilidad de volver a la calle: quieren, al acabar en Dorothea, ir a clase. Y Karibu Sana está ahí para intentar conseguir los medios que les proporcionen una educación en un buen internado.
Me decía ayer Sister Carol que el 9 o el 16 de junio celebrarán una Misa en Dorothea Centre. Quieren que sea en honor de San Josemaría Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei y, por lo tanto, promotor de Strathmore University e inspirador de mi propia vida (pertenezco a la Obra). Me piden que asista por videoconferencia para poder dirigirles unas palabras. Y me insiste Sister Carol que la aplicaran no solo por mí y mi salud intermitente, sino por todos los donantes de Karibu Sana que han hecho posible que estas niñas tengan una vida mucho mejor.
Sobre otros niños
Millicent ahora
Contacté también con Millicent, a quien conocí cuando tenía tres o cuatro años y que ya es toda una señorita. Tanto ella como sus muchos hermanos y hermanas siguen adelante con nosotros, yendo al colegio.
Cuando la conocí, en 2016, con su hermano Peter.
En la otra foto os presento a Roberto, el siguiente a Millicent, todo un caballerete.
Roberto es una sonrisa andante
Y voy hablando con algunos de los mayores para ver cómo aclarar su futuro: Víctor y Austin, que son un poco peleones a la vez que están cargados de buenas intenciones. Vamos, ¡lo que se llama adolescencia!
Austin, con sus cascos y su indecisión
Muchas gracias por vuestra ayuda, que posibilita todas estas grandes obras.
Quería compartir con vosotros algunos resultados de la labor de Karibu Sana durante 2022, cosa que todavía no había hecho. Ha sido un año fantástico, el 7º de existencia de este proyecto que empezó con un niño mendigo en octubre de 2015 y que ahora beneficia directamente a más de 400 niños y niñas en todas las etapas educativas, desde los 2 años a la educación universitaria.
Sister Carol y las niñas recién rescatadas en Dorothea Rescue Centre
Vestidas para la fiesta de admisión en la que queman la sucia ropa con la que vivían en la calle
1. Becas escolares
Estos son los datos de colegios:
Total alumnos
Niños
Niñas
Primaria
Secundaria
Becas Karibu Sana
141
68
73
24
117
Becas Kwetu
33
33
7
26
Colegio Mathare
90
48
42
90
Colegio Eldoret
20
6
14
8
12
Colegio Desert Streams
80
37
43
80
Becas Dorothea
36
36
33
3
Becas Universidad/FP
6
5
1
TOTAL
406
197
209
242
153
Becas Karibu Sana son los niños y niñas de todo tipo de colegios que tenemos en diversos sitios de Kenia, especialmente provenientes de Nairobi.
Becas Kwetu son los niños rescatados de la calle por las Sisters de María Inmaculada de Eldoret. Al acabar su estancia en ese proyecto les financiamos la educación secundaria en internados. Desde hace dos años las Sisters han buscado otras fuentes de financiación para acompañar a todos los niños que terminan su etapa de rehabilitación/reinserción social en su proyecto.
Colegio Mathare se encuentra en el barrio de chabolas de ese mismo nombre.
Colegio Eldoret está en la ciudad de ese nombre: es un grupo dirigido por Sister Lucy, de la misma orden que las Sisters de Kwetu.
Colegio Desert Streams es un centro de infantil y primaria en Kibera, barrio de chabolas de Nairobi, con el que llevamos ya seis años colaborando, dedicado a los más pobres.
Becas Dorothea es la escolarización de niñas rescatadas de la calle por este centro que lleva dos años en funcionamiento y que acaba de acoger a 20 niñas más.
Becas Universidad/FP son los que han acabado la escuela y han comenzado estudios superiores. Al ser mayores de edad, siempre les pedimos que ellos mismos aporten algo, bien sea con ayuda de su comunidad o con su trabajo.
Nos encargamos 100% de los niños y niñas de la calle o de los huérfanos totales. En los demás casos pedimos la colaboración de las familias. Esta suelen ser los uniformes y libros y el pago del tercer trimestre (el más breve y, por tanto, el más barato). Es una medida necesaria para que valoren la ayuda, pues se hacen conscientes del esfuerzo que supone, pero sobre todo para que no pierdan la responsabilidad sobre la educación de sus hijos, es decir, para que sean conscientes de su responsabilidad y dignidad.
Junior, Barbra y Moses en su nuevo colegio
2. Otros proyectos
Ayudamos a algunas familias en las que la madre está gravemente enferma y no hay padre, o a niños que son huérfanos totales.
Hemos terminado la ampliación de un dispensario médico en Kwetu, en el pueblo de Ruai, que atenderá a 700 familias de la zona, y que para el proyecto de niños de la calle será una fuente constante de ingreso y financiación. Ahora cuenta con servicio de asistencia al parto y pediatría, quizá lo más importante.
Amueblamos el centro de Dorothea para rescate de niñas de la calle.
Lo mismo con Tresgard Caring Centre, en Eldoret, para niños de familias muy marginadas.
Conseguimos financiar los regalos de Navidad de Transform School y los de Desert School. Para muchos de ellos fueron los primeros regalos de sus vidas, los primeros juguetes.
Dos chicos de Karibu Sana están estudiando la carrera en Strathmore University. Uno, Samson Omondi, logró allí una beca del 100% y otro, Lameck Otiro, del 70%. Nosotros les ayudamos con la manutención y libros, además de ese 30% de matrícula que le faltaba a Lameck. Los dos están logrando unas notas extraordinarias. Otro, Erick, estudia odontología. Y Ezequiel terminará en 2023 psicología. En todos los casos, son los primeros universitarios de sus familias.
Lameck, que empieza su tercer semestre en Contabilidad y Empresariales
Ha cambiado el plan de estudios en el país. Ahora son 6 años de primaria (no 8) y 6 de secundaria (no 4). Eso ha hecho subir los precios de la educación. Además el país se encuentra en una buena crisis económica: post-covid, poco turismo, grave sequía, inflación.
3. Datos económicos
Nuestros ingresos económicos, muy positivos, en 2022 han sido los siguientes:
Número
Ingresos
Donantes recurrentes
240
98.312
Donativos puntuales
51
21.888
Donantes especiales
3
52.750
Saldo 2021
153.193,60
Total
326.143,6
Los gastos, gestión y envíos a nuestro socio local en Kenia (Strathmore University) para pagos de colegios y demás necesidades, han sido:
Concepto
Importes
Comisiones bancarias
861,80
Gastos relacionados con el proyecto
157,12
Financiación de Fundación Promoción Social
12.106,54
Ayudas (envío a socio local para su distribución)
121.953
Total gastos
135.078,46
En conclusión, el saldo en enero de 2023 a disponer en ayudas era de 191.065,78 euros.
El 4 de enero de 2023 enviamos a Nairobi 99.000 euros para los pagos de los dos primeros trimestres del curso, que comienza en enero.
De ese modo, el saldo real en enero de 2023 es de 92.065,60 euros. Esta cifra asegura la continuidad del proyecto y nos abre a la posibilidad de ayudar a más gente.
4. Crecimiento
Un último comentario sobre las perspectivas de crecimiento: desde su inicio pensamos que el Proyecto Karibu Sana no debe ser demasiado grande para poder asegurar el seguimiento personalizado de los beneficiarios. Preferimos acompañar bien, de uno en uno, que una tarea demasiado amplia en la que se pierda la perspectiva de la persona concreta. Al inicio pensábamos que nuestro techo estaría en las 100 personas beneficiarias. Ahora tenemos más de 400. Las perspectivas de crecimiento apuntan a los niños y niñas de Kwetu y Dorothea, para que no vuelvan a la calle, y a seguir con nuestros beneficiarios en la educación superior, universidad o formación profesional, que siempre son más caras.
Estamos actualmente en negociaciones con alguna fundación que muestra su interés en lo que hace Karibu Sana. Eso podría ser una excelente ocasión de crecimiento.
De modo principal, queremos depender de nuestros donantes puntuales. En ese sentido, tu tarea como socio va más allá de lo que puedes aportar. También podría incluir la posibilidad de dar a conocer Karibu Sana a otras personas. Permíteme sugerirte para ello que regales el libro Cien pares de zapatos, para que accedan de primera mano a este milagro que, en buena medida, se realiza cotidianamente gracias a ti.
PD: Todos los ingresos/gastos están auditados por la Coordinadora de ONGD–España, y los gestiona la Fundación Promoción Social.
Muchos ya me habéis oido hablar de él: Michael Babu. Es la pieza principal de Karibu Sana en Nairobi. Michael trabaja en el servicio de acción social de Strathmore University, y colabora con Karibu Sana desde el principio, gestionando las ayudas y, sobre todo, ayudando a las personas.
–Vienen muchos a verme al despacho. Les pido que me traigan las notas, y que me digan cómo nos van a ayudar a ayudarles. A los chicos y chicas, según se acerca el final del colegio, les pido que me cuenten qué plan tienen para el futuro. No quiero decírselo yo, sino que ellos decidan, descubran lo que necesitan, tomen decisiones y se comprometan con ello.
Michael, Macarena, Iván y Javier
Me cuenta Michael que están muy contentas las autoridades de Strathmore University con Karibu Sana. Sobre todo porque ven lo que se está haciendo con más de cuatrocientos niños y niñas, y porque ya se ven los frutos y cómo muchos de ellos han madurado un montón en estos años. Ya hay dos de Karibu Sana en esa universidad, haciendo muy bien sus estudios superiores con becas de la propia universidad.
Michael ha pasado por Madrid y nos pudimos reunir con él los de la Fundación Promoción Social (Macarena e Iván salen en la foto) y yo mismo.
En la FPS hablando de lo que me apasiona.
Y el lunes 30 de enero yo tuve la suerte de ir a la Fundación Promoción Social, de la que formamos parte, a explicar el proyecto a los patrones de la fundación y a otras personas interesadas.
En nombre de los 430 niños y niñas que están yendo al colegio gracias a vuestra ayuda;en nombre de los 100 niños de Kwetu Home of Peace y de las 40 niñas de Dorothea Rescue Centre que han sido rescatados de la calle y a los que les espera una educación y un futuro gracias, en buena parte, a vuestra ayuda; en nombre de los 240 alumnos de Desert Streams of Kibera y de los 200 de Transform School of Kibera, que han visto mejorados sus colegios y estabilidad en sus profesores gracias a vuestra ayuda; en nombre de los 100 alumnos del barrio de chabolas de Mathare, que pueden ir al colegio gracias a vuestra ayuda; en nombre de los 35 niños y niñas paupérrimos de Sister Lucy en Eldoret, ciudad de Kenia, que están protegidos gracias a vuestra ayuda; y en nombre de los 7 alumnos universitarios y de los 6 que están estudiando una formación profesional superior,
Que el nacimiento del Niño Jesús os llene de esperanza y de alegría porque, como estos niños y niñas gracias a vosotros, por Él hemos sido rescatados y nos llama a hacer de nuestro mundo y de nuestra vida algo mucho más grande y mucho mejor de lo que imaginábamos.
Y con el agradecimiento de todo Karibu Sana porque tengáis un hueco en vuestro corazón para estos niños olvidados de mundo y rescatados por vosotros,