En realidad, os envío la misma información que en la última entrada de este DIARIO, pero ahora maquetada por Luk Comunicación, de Manuel Domínguez Churruca, que nos regala ‘pro bono’ esa inmensa capacidad de diseño que tienen.
Verás que los datos son muy alentadores, y que detrás de cada euro donado está la mejora de las condiciones de vida de algún niño profundamente necesitado.
Te animo a difundir el PDF para que llegue a mucha gente que pueda apoyar Karibu Sana.
Un pozo en Eldoret
Hoy mismo Sister Lucy, desde la ciudad de Eldoret, al noroeste de Nairobi, me ha pedido ayuda para construir un pozo. Llevamos colaborando con la educación de los niños que cuida desde hace cinco años. Uno de ellos es alumno universitario en Strathmore University, lo que es una auténtica hazaña. En su centro de acogida atiende a
niños de la calle y niños sin recursos para ir al colegio;
madres adolescentes para asegurar la nutrición y los pañales de sus bebés de 0 a 3 años y para darles formación;
refugiados de la República Democrática del Congo, huidos por la guerra por los minerales de nuestros móviles y coches eléctricos, y que son despreciados hasta por los más pobres de Kenia;
ancianos que ya no pueden trabajar para vivir en un país donde no hay atención estatal a la tercera edad.
Sister Lucy me cuenta que necesita 6.500 €, ya ha conseguido otro tanto, para que le hagan el pozo y poder suministrar gratuitamente agua a todas esas personas.
¡Esto es un no-parar!
Magdalene, de 16 años, lleva desde los 10 con nosotros
He pedido a Manuel, que nos lleva esta página web, que nos ponga bonito este informe para dejarlo en PDF en la web, pero como eso lleva un tiempo, quería compartirlo ya con vosotros. Perdón por una entrada tan larga, aunque creo que merece la pena leerla.
Informe 2023
Cuando en octubre de 2015 empezó Karibu Sana (todavía sin nombre, sin metodología, sin propósito claro), no podía imaginar lo que llegaríamos a hacer entre todos los que colaboramos con este proyecto. Quiero, como todos los años, compartir con vosotros algunos datos de 2023, tanto para ejercitar la transparencia como, de modo muy especial, para daros muchas razones para estar alegres por vuestro esfuerzo.
Ya contamos con certezas de beneficios conseguidos, y muchas infancias robadas por la pobreza y la violencia han sido rescatadas. Todo lo que cuento a continuación es un testimoniode los frutos de vuestra generosidad. Y sois generosos tanto cuando donáis como en vuestra confianza con quienes gestionamos vuestros donativos, que siempre estiramos hasta el último céntimo.
1. Logros
Empecemos por los frutos alcanzados en 2023. Creo que es bueno recordar que siempre apuntamos al largo plazo: educar a un niño lleva muchos años. Y luego todavía otros más hasta que cogen carrerilla para abrirse paso por el mundo.
Los primeros niños y niñas que ayudamos, a partir de enero de 2016, ya han empezado a terminar el colegio. En un país que pasa por una difícil situación económica, tenemos entre ellos de todo:
algunos todavía no saben a qué dedicarse;
Otros que se preparan en diversas formaciones profesionales;
Los que se han perdido en el camino, a los que intentamos volver a hallar para animarles a seguir, dando oportunidades a los que apuestan por ellas;
Dos, antiguos de Kwetu, que han entrado en el seminario católico de Nairobi;
Algunos que han realizado la meritoria hazaña de comenzar la universidad, algo nada sencillo viniendo de entornos tan desfavorecidos y de colegios que están a años luz en calidad y en medios respecto a los colegios a los que van las personas más pudientes. Terminan cada año la Secundaria 550.000 alumnos y en las universidades públicas hay 70.000 plazas. La universidad no es para todos. Y el examen de selectividad tiende a estar algo corrupto, pues no es extraño que las preguntas se filtren a colegios que organizan ‘cursos de preparación’ muy caros. Pero para nuestros beneficiarios esto no es un obstáculo.
Le falta un rato para la universidad
2. Algunos universitarios
Estos son los nombres de algunos beneficiarios de Karibu Sana que ya son universitarios:
Movine Otieno, Bachelor of Commerce Masinde Muliro University
Joshua Bulimo, Bachelor of Arts Daystar University
Mary Sambai, Multimedia University
Lameck Otiro, Strathmore University
Alumno de Eldoret, Strathmore University
Fredrick Oduor, Chuka University
Joseph Oyola, Maseno University
Moses Wafula, Mount Kenya University
Eric Mwange, Kenyatta University
Shadarack Kaloki empieza en 2024
Valentine Akoth, empieza en 2024
Lourine Odhiambo, empieza en 2024
Vincent Moguire, empieza en 2024
Ezekiel Moguire ha terminado el grado en Psicología: es el primer graduado de Karibu Sana.
Meldon Mambo, de Zambia, se graduó como enfermera y comadrona.
Un chico de Kwetu, rescatado de la calle, se graduó en la universidad de Egerton (Kenia).
Judy Oloo, directora de Desert Streams, me contaba que doce antiguos alumnos suyos, becados en el colegio por Karibu Sana, están en distintas universidades de Kenia.
Moses Wafula, segundo por la derecha, ha empezado Derecho
3. Becas de educación: el core
Lo más importante es esto que indica Michael Babu, que lleva de forma totalmente eficaz la gestión de Karibu Sana en Nairobi:
«En 2023 Karibu Sana ha continuado con su compromiso de proveer acceso a la educación a muchos niños vulnerables de Kenia. La entrega de las becas se hace directamente con los colegios en completa colaboración con los padres o con los custodios, quienes son plenamente responsables del bienestar y del aprovechamiento de sus hijos».
En la actualidad el número de estos alumnos beneficiados es de 451.
De ellos, 351 reciben ayudas de Karibu Sana directamente, pagando nosotros la matrícula del colegio. Los otros 100 lo hacemos por un acuerdo de colaboración con dos escuelas: Desert Streams y Transform School. Allí financiamos los estudios de 80 y 20 alumnos respectivamente, y la dirección se encarga de repartir la ayuda según las necesidades. Les hemos pedido que nuestro dinero lo gasten de forma prioritaria en sueldos de profesores. De ese modo llevan unos años pagando puntualmente los salarios y pueden hacer un buen equipo.
Estos dos colegios consiguieron un hito importante en 2023: 30 alumnos de Desert Streams y 8 de Transform pasaron la nota de corte necesaria para comenzar la Secundaria, casi la totalidad de los que se presentaron al examen nacional obligatorio. En 2016 ninguna de estas dos escuelas lograba que sus alumnos siguieran estudiando: los alumnos abandonaban la educación a los 14 años.
Ya conocéis el criterio de trabajo de Karibu Sana: las familias de los niños tienen que pagar uniformes y libros, además del tercer trimestre (el más breve y barato). Así nosotros podemos ayudar a más. Pero sobre todo no les quitamos la responsabilidad de cuidar de sus propios hijos, y evitamos crear una situación de dependencia respecto de nuestra ayuda.
Sólo con niños de Kwetu y Dorothea (rescatados de la calle) y con huérfanos totales nos encargamos de todo. Por cierto, las niñas de Dorothea a las que pagamos el colegio pasaron en 2023 de 36 a 49.
De la calle al colegio y a la vida
4. La importancia de colaborar
Cuando llegan a los 18 años, ya vayan a universidad o a formación profesional, pedimos a los alumnos que colaboren en su propia educación: buscando becas, trabajando, ayudas familiares o de su comunidad, etc. Hacemos un estudio personalizado con cada uno de ellos para ver qué pueden aportar y siempre pueden hacer bastante.
Erik nos agradeció explícitamente que le pidiéramos su colaboración. Comenzó un pequeño negocio de venta de vegetales y tomates para poder pagarse la escuela de odontología. Logró cubrir los gastos de matrícula, nosotros nos encargamos de la manutención, y dejó el negocio en manos de su madre que con eso se ha puesto a trabajar. Estaba muy contento al descubrir que él también podía cuidar de sí mismo.
5. Viajes
Nos ayudaron dos voluntarias de Bélgica que asesoraron la gestión económica de Desert Streams.
Visitaron España, con sus propios medios, Michael Babu y, en viaje diferente, Sister Carol, directora del centro de acogida de niñas de la calle Dorothea Rescue Centre. Con ambos tuvimos sesiones de trabajo en la Fundación Promoción Social, de la que Karibu Sana forma parte. Fueron muy fructíferas.
Sister Carol en una sesión de trabajo en Fundación Promoción Social
6. Navidad en Transform
En colaboración con la Fundación Cooperación Internacional, por tercer año consecutivo gestionamos una fiesta de Navidad en Transform School que permitió comprar libros de texto, material deportivo, juguetes, balones, para los niños y niñas de esa escuela. Se les entregaron en una fiesta navideña organizada a tal efecto, para asombro de esos niños que a veces no pueden comer ni pollo en esa fiesta central y que, por supuesto, no han recibido nunca un regalo tan extraordinario.
Patrick con algunos de sus alumnos de Transform School
7. Dispensario en Dorothea
Dorothea Rescue Centre, con nuestra colaboración y la de agentes locales, pudo levantar un dispensario médico para atender a las familias de la zona donde se encuentra, en el campo. De ese modo hacen una gran labor con los locales y logran una fuente de financiación independiente de ayudas externas.
8. Con familias y con huérfanos
Seguimos cuidando de algunas familias en situación de desamparo, bien viudas enfermas con varios hijos o huérfanos totales a los que mantenemos. Son un total de doce. Por mi parte, yo sigo enviando todos los meses una cantidad para la manutención de Moses Javier, rescatado a finales de 2016 con una semana de vida, adoptado por una familia fantástica de Nairobi que me nombraron como su padre (de ahí su segundo nombre) y que ya ha cumplido siete años y ha empezado 1º de primaria.
Fiona: más feliz que una perdiz
9. Listado de alumnos
Lugar
Alumnos
Eldoret
20
Dorothea
46
Desert Streams
80
Kwetu
25
Transform School
20
Destiny Junior
90
Alumnos Karibu Sana
150
Universidad/FP
20
TOTAL
451
10. Costes
El total del coste en educación ha sido de 13.000.000 de chelines kenianos, 83.000 euros. En ayudas a familias y a huérfanos hemos gastado casi 2.000.000 de chelines kenianos, es decir, 12.600 euros.
Las comisiones bancarias y otros gastos han sido de 1.000 euros.
11. Un proyecto de Fundación Promoción Social
Dedicamos el 7% de cada donación a colaborar con los gastos indirectos de la gestión que hace la Fundación Promoción Social. Así ayudamos a pagar los sueldos de los empleados de la misma. Este año hemos aportado 11.701 euros. Es mucho menos que lo que costaría tener a una persona a sueldo para hacer esas gestiones. De ese modo, el 93% de cada euro donado llega a destino en Kenia.
La Fundación Promoción Social hace un trabajo imprescindible que posibilita que Karibu Sana exista. Por un lado, el control de la trasparencia en el recibimiento y uso del dinero donado junto a toda la gestión administrativa para que los donantes puedan desgravar por sus donaciones. Por otro, un esfuerzo constante por conseguir nuevas vías de financiación que aumenten las posibilidades de ayuda de Karibu Sana. Se dedican a ello especialmente Iván Aznar y Macarena Cotelo en proyectos, y Teresa de Prada en financiero.
En concreto, tenemos en marcha la firma de un acuerdo con una fundación española a la que le ha encantado el proyecto. Ellos apuestan por colaboraciones a largo plazo, de modo que sería un acuerdo para varios años. Con él podríamos más que doblar el número de nuestros beneficiarios y la huella de niños yendo al colegio, formación de profesionales (profesores, trabajadores sociales, etc.). Están trabajando en ello, y cuando se concrete lo comunicaré.
12. Un proyecto con Strathmore University
También es impactante la generosidad de Strathmore University, nuestro socio local en el terreno. Se encargan de hacer todos los pagos a colegios, familias, Kwetu Home of Peace y Dorothea Rescue Centre, además de proponer soluciones creativas y de formación de directivos y profesores para que las instituciones con las que colaboramos mejoren en su eficacia y en su gestión.
Nuestras dos personas principales allí son Michael Babu, del que ya os he hablado, y Luis Borrallo, un español que lleva más de veinticinco años en ese país y que trabaja en Strathmore University Community Service. Sin ellos Karibu Sana tampoco podría existir.
Una de nuestras ideas es comenzar a colaborar en el plan de becas para alumnos universitarios sin recursos de Strathmore University. Desde hace años desarrollan Macheo Program, dirigido a chicos y chicas de los dos últimos años de Secundaria. Consiste en que los sábados por la mañana durante el curso van al campus de la universidad alumnos de colegios de entornos desfavorecidos (de barrios de chabolas de Nairobi). Allí reciben clases de refuerzo de asignaturas para hacer con más éxito el examen nacional a la vez que el campus les inspira para seguir estudiando. Se trata de estrechar las diferencias. Los docentes son voluntarios entre profesores y alumnos de Strathmore University. Tras varias horas de clase se les invita a comer en la cafetería de la universidad. Es una labor impresionante.
De estos alumnos algunos son admitidos en Strathmore University y necesitan ayuda.También se buscan estudiantes brillantes de entornos desfavorecidos por todo el país: aunque es una universidad privada, su empeño es que nadie con condiciones intelectuales se quede fuera por falta de recursos económicos. Para eso han organizado un sistema de becas con un espíritu análogo al de Karibu Sana: donantes particulares, alumni, empresas, profesores de la universidad que quieran participar con su nómina solidaria… Nuestra intención es participar, de modo que podamos seguir cumpliendo con nuestra intención fundacional: ayudar a alumnos sin recursos, esta vez en educación superior.
En estos momentos estamos estudiando cómo llevar a cabo esta colaboración.
Michael Babu, en un momento de relax
13. Ingresos, gastos y donantes
Las cifras de saldo, ingresos y gastos de 2023 han sido las siguientes:
Cash flow 2023
Importes
Saldo inicial 2023
191.065,78
Ingresos
167.161,59
Comisiones bancarias
764,31
Gastos relacionados con el proyecto
352,07
Aportación a FPS
11.701,31
Ayudas enviadas a Kenia
123.252,56
Saldo a disponer para ayudas
222.157,11
Saldo bancario
222.157,11
En 2023 han colaborado con Karibu Sana 294 personas o instituciones diferentes. La mayoría son donantes recurrentes que cada mes dan una cantidad entre 15 y 50 euros. Hay donaciones puntuales, especialmente en diciembre.
En los últimos cinco años los resultados de ingresos por donaciones en Karibu Sana han sido los siguientes:
Año
Ingresos
2019
100,848
2020
105.000
2021
175.780
2022
172.950
2023
167.161
Total
721.739
Son unos números impresionantes. El primer año, 2016, tuvimos 36.000 euros de ingresos y ya me pareció un sueño. Me preguntaba: «¿De dónde sale tanta gente que quiere echar una mano a unos niños desconocidos a los que no verán jamás?». Imaginaos mi asombro, y mi ilusión, en este momento. Por vuestra generosidad, y porque los frutos de un proyecto tan sencillo como el nuestro están siendo evidentes.
14. Coda
Como has podido ver, el saldo bancario a final de 2023 es de 222.157 euros. El día 3 de enero enviamos a Nairobi 100,000 euros para aprovisionar el pago de colegios en 2024. A día de hoy el saldo real es de 122.157,11. Volverá a disminuir con el envío para becas de estudio en Strathmore University.
En este saldo no cuento los ingresos que se hayan recibido de donaciones en enero y febrero. Contar con estos fondos nos permite dar gran estabilidad al proyecto de Karibu Sana. Eso es lo que necesitan nuestros niños para terminar su etapa educativa sin el estrés de si podrán o no ir a la escuela al día siguiente. Ese estrés también desaparece de sus padres (muchas veces madres solas, por viudedad, abandono o por ser madres solteras), que con los niños seguros y alimentados en la escuela pueden dedicar cada día a buscar trabajo y sustento. Estamos mejorando muchas vidas, estamos haciendo cosas buenas, y eso tiene que ser para ti una razón de sano orgullo por colaborar con, por ser parte de, Karibu Sana.
Comenzamos 2024 con un mensaje de Michael Babu, el hombre de Karibu Sana en Nairobi, señalando los objetivos con los que partimos desde el primer día. En esa tabla tenéis las distintas personas a las que atendemos y el presupuesto (en Kenyan Schillings y en Euros). Aparecen:
1– Nuestros alumnos
2– Los de Sister Lucy en Eldoret
3- Las niñas de Dorothea (rescatadas de la calle) que llevamos al colegio
4– Los niños de Kwetu (rescatados de la calle) que llevamos al colegio
5– El fondo para becas en el colegio Desert Streams, que sirve para financiar los salarios de profesores
6– Las ayudas a algunos huérfanos totales o madres solteras enfermas sin capacidad de trabajar por enfermedad grave
7–Lo que pagamos a Michael Babu por su imprescindible trabajo
8– Las ayudas a alumnos universitarios o de formación profesional (siempre ponen ellos una parte, y tienen que luchar por conseguir becas estatales)
9– Emergencias (habitualmente de tipo médico)
Como veis, desde Karibu Sana estamos ya financiando la educación de más de 500 niños y niñas sin recursos, además de apoyar familias, colegios y centros de rescate.
Por otro lado, en estos primeros días de 2024 he recibido una lluvia de buenas noticias. Todas están relacionadas con algunos de los beneficiarios que llevan más tiempo con nosotros, desde 2016.
Erik, dentista
Erik me llamó por teléfono, vía WhatsApp. Le conocí la navidad de 2015. Vivía con su madre y dos hermanas en un poblado junto a una plantación de té. No tenían ni luz eléctrica. Me pidió una equipación de fútbol para el equipo que tenían los niños de ese poblado y que le llevara a un colegio mejor. Ahora empieza 2º de odontología, y no para de crecer.
Erik, hace seis años…
Vincent, alumno extraordinario
Los alumnos de último curso hicieron el KCSE, la selectividad o PAU de Kenia. Solo entran en la universidad los que saquen C+ o mejor. Uno de nuestros alumnos, Vincent, ha logrado la A-, nota que lo sitúa entre el 7% de los mejores alumnos del país. Conocí a Vincent, su hermano Ezekiel (que acaba de terminar en la universidad psicología) y a Zippora, su madre, en 2016.
¡Asombroso Vincent!
Vinieron a mí a través de una feligresa de la misma iglesia protestante que Zippora. Recién abandonada por su marido, y con un asma tremendo, solicitaba ayuda para sus dos hijos. En una ocasión que fui a verles me invitó a comer. Me ofreció todo lo que tenía: algo de te y una loncha de pan de molde sin tostar. A Vicent le llevamos a un internado hace cuatro años. En su mensaje me lo agradece porque ‘justo por entonces me estaba juntando con malas compañías en Kibera’, su barrio de chabolas. Ahora duda entre ser piloto de avión o médico.
Un mensaje de Vincent en enero de 2024
Ezequiel y Vincent, ¡hace seis años!
Moses, realiza su sueño
Y me escribió otra vez Moses Wafula, el mismo día en que se ha incorporado a la facultad de derecho.
«Un sueño hecho realidad», nos dice.
Y no es para menos: rescatado de la calle, con tres semanas en una celda en comisaría por mendigar, fallecida su madre en el incendio de su chabola, sostenido al 100% por Karibu Sana que nos convertimos en su familia, alejado de Kibera en un internado de provincias…, y la muestra de que nuestro modelo de ayuda puede ser un éxito.
El mensaje de Moses Wafula
Moses Wafula, ¡hace cinco años!
Universitarios para Judy
Por último, Judy –la directora del colegio Desert Streams de Kibera– me adjunta una lista de los beneficiarios de Karibu Sana en su colegio que han alcanzado la universidad. Cuando nos conocimos en 2016 ninguno de sus alumnos había logrado presentarse a la selectividad. Hoy lo hacen unos 40 cada año, y de ellos al menos 10 encaran estudios superiores. Eso marcará la diferencia en uno de los barrios más pobres y violentos de África.
Aprovecho una vez más estas fechas para desearte a ti y a tu familia una muy feliz Navidad.
La celebración del nacimiento del Salvador en la fría noche del Portal y del Pesebre trae con facilidad a la memoria la inocencia y la pobreza de los niños de Karibu Sana.
… pastores
Tú con tu ayuda podrías representar a uno de esos pastores que se acercaron a la cueva de Belén con lo que tenían en ese momento entre manos: un cordero recién parido, el zurrón con las almendras con las que pensaba distraer la noche, algo de queso o de leche, la torta que le hubieran preparado en casa…, tantos detalles sobre los que cantamos en los villancicos y que se parecen a los donativos que hacen posible Karibu Sana.
… o Reyes
O quizá te parezcas a los Reyes Magos o –por no ser tan audaz– a alguno de sus pajes, porque lo que les das a estos niños te supone un esfuerzo, como a ellos tres se lo supuso su viaje; y porque lo envías hasta un lugar lejano (¡a Kenia!) en el que buscas a un niño que nada tiene, completamente consciente de su valor infinito, queriendo colaborar en su cuidado.
que regalan…
Un año más, y hemos cumplido los primeros ocho, tú y tantos otros os habéis volcado con los 430 niños y niñas que se benefician de forma directa de Karibu Sana, y con sus familias.
Habéis conseguido
que tengan una infancia mejor,
que se alimenten cada día,
que asistan a clase,
que se encuentren seguros.
Habéis colaborado
con Kwetu Home of Peace,
con Dorothea Rescue Centre,
con Sister Lucy en Eldoret,
con Desert Streams School,
con Transform School
para que puedan ayudar con eficacia a algunos de los niños más pobres del mundo.
Y podéis estar orgullosos del puñado de jóvenes que han llegado a las aulas de la universidad o de una formación profesional superior cuando hace poco años parecían abocados a la marginalidad y la pobreza.
futuro
Se acercan buenos tiempos para Karibu Sana, y eso que los que hemos vivido en estos ocho años han sido excelentes. Y gracias a ti y a tu familia. Seguro que el Niño del Portal te sonríe desde el Belén porque «cuanto hicisteis a unos de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis« (Mt, 25, 40).
Déjanos, por favor, seguir contando contigo… ¡y feliz Navidad!
La conocimos a través de una de las sisters de Kwetu Home of Peace: una chica joven y huérfana que vivía en Zambia, el país de las Cataratas Victoria, un tercio más grande que España, con 19 millones de habitantes de los que el 12% está infectado de VIH, con una esperanza de vida de 51 años y con 12 médicos por cada 100.000 habitantes.
Mambo, la segunda por la derecha, con tres amigos.
Su nombre nos suena musical: Mambo Meldon. Y su sueño, para ella imposible, estaba al alcance de la mano: Mambo quería estudiar para convertirse en comadrona y ayudar al parto a las mujeres de Zambia y a recibir niños maravillosos al mundo.
Zambia, ¡muy lejos!
Es un país en el que la mayoría de los niños abandonan la escuela a los 7 años porque a partir de ahí hay que empezar a pagar. Hay dos universidades y el 85% de la población se dedica a la pobre agricultura local. En resumen, lo que podíamos hacer por Maldon, y por las consecuencias de su trabajo (que los niños vengan al mundo en las mejores condiciones posibles), marcaba realmente una diferencia.
El diploma de Mambo
Decidimos apoyarla. Ha estudiado durante cuatro años para acabar el colegio y sus estudios sanitarios y acaba de graduarse.
2. Su carta
En agradecimiento nos ha escrito esta carta y nos ha mandado su sonrisa.
«Al equipo de Karibu Sana.
Querido Javier Aranguren:
Te saludo en el nombre poderoso de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Espero y confío en que Dios todopoderoso te conserve bien. Quería aprovechar el momento para expresar mi gratitud por haberme apoyado durante mi preparación en Chilonga College of NurseringEnfermería y Comadronas para obtener mi diploma como comadrona. Vuestra generosidad y consideración han hecho una diferencia en mi vida, y lo agradezco enormemente. La beca que me habéis dado no solo me ha permitido obtener mi diploma, sino que también me ha mostrado la importancia del cuidado y de la compasión en nuestro mundo. Vuestro deseo de superar obstáculos e ir más allá para ayudarme durante mi preparación significa para mí mucho más de lo que pueden decir las palabras.
Por favor, estáte seguro de que siempre recordaré tu amabilidad y generosidad, y espero tener un día la oportunidad de devolver esto mejorando la vida de alguien, como habéis hecho vosotros conmigo. Me gradué en una ceremonia el pasado 28 de octubre de 2023.
De nuevo, gracias de corazón por lo que habéis hecho por mí. Vuestra amabilidad ha cambiado mi vida de una forma realmente significativa.
Gabriel Coll, que trabaja en el Instituto Europeo de Psicología Positiva (IEPP), me escribía el pasado miércoles. Un podcast que realizan desde el Instituto, liderado por Dafne Cataluña y Eva Rodríguez, había ganado un premio de 5.000 euros en un concurso de este tipo de programas y querían donarlo a Karibu Sana. El IEPP, Gabriel y Dafne, llevan ya cuatro años colaborando con nosotros con una admirable generosidad y entrega. Y esta noticia nos ha encantado.
Javier agradeciendo el premio a su ensayo
Además ha coincidido con otra muy similar. Ese mismo día se hizo la entrega de los premios del I Concurso de Ensayo Sapietia Cordis, de la Universidad CEU San Pablo de Madrid. Uno de los tres ganadores da la casualidad de que he sido yo, y también tenía intención de donar a Karibu Sana el monto del galardón (en este caso, 2.500 euros).
Dos eventos
A estos dos premios hay que unir dos iniciativas preciosas: Maria José celebró un cumpleaños muy especial en Bilbao y pidió a sus amigos que cualquier regalo fuera para el proyecto Karibu Sana. .
Los niños mandan besos a todos los donantes
Lo mismo hicieron Maira y Miguel por su XXV aniversario de boda. Nos llegaron los donativos de esas dos fiestas al mismo tiempo y vamos a poder cubrir un montón de becas de educación con ellos
… y una monja
Sister Carol en una sesión de trabajo en Fundación Promoción Social
La pasada semana llegó a Madrid Sister Carol. Es la fundadora de Dorothea Rescue Centre, que se dedica a rescatar, rehabilitar y reinsertar a niñas de la calle. Les estamos ayudando desde que comenzaron, amueblado el centro y financiando (hasta el momento) la educación de 60 niñas. Hace una labor maravillosa. Ha venido para estar con Karibu Sana y para buscar por su cuenta otras ayudas en España. Es una ‘Sister’ (monja) que desborda alegría, optimismo y capacidad de transformar el mundo. Nos ha contado el montón de proyectos que tiene para financiar Dorothea y los frutos maravillosos que ve que brotan en las vidas de esas niñas. Su primer esfuerzo fue dotar al centro con buenas instalaciones, porque ellas no se merece otra cosa. Entre otras, una capilla magnífica que inauguró el Obispo de Nairobi que se quedó sin palabras de admiración.
Sister Carol pidiendo por sus niñas a la Virgen de la Almudena
Entre Dorothea y Kwetu Home of Peace tienen actualmente a casi 200 niños y niñas rescatados de la calle. Nuestra tarea es ayudar a la formación del personal de estos dos centros y procurar medios económicos para que los niños beneficiarios vayan a colegios internos. Antes de esta actuación casi el 70% volvían a la calle dada la mala situación de sus familias. Desde hace tres años el 100% de nuestros beneficiarios se mantiene firme en la escuela y en su educación.
Conocí a Moses en enero de 2016. Había terminado su estancia como niño rescatado en Kwetu Home of Peace y una mujer de Kenia se ofreció a financiar su educación en un internado. Hablamos varias veces, uno de los primeros niños de Kenia que pude conocer.
A los dos meses de colegio, por lo que fuera, se escapó y volvió a la calle. Me enteré de que le habían visto por Westlands, un barrio de Nairobi, viviendo en un parque y drogado. Tendría 13 años. Insistí a los trabajadores sociales de Kwetu para que fueran a buscarlo y rescatarle. Tardamos seis meses en lograrlo, pero lo logramos.
Fue entonces a vivir con su madre, una desgraciada mujer soltera y alcohólica, en el ‘slum’ de Kibera, en la más miserable de las chabolas. Desde Karibu Sana le pagábamos el colegio. Allí un compañero de clase le insultó por la situación lamentable de su madre y en un ataque de ira Moses le hizo una brecha con una botella de cristal. Intercedí de nuevo para que no le denunciaran: era un chico demasiado inteligente y demasiado sufrido como para dejarle de lado.
Un día me enteré de que había pasado dos semanas en un calabozo por mendigar: la policía lo agarró y allí lo tuvo sin denuncia ni crimen para darle una lección. A los dos meses su madre murió en el incendio de la chabola. A Moses no le pasó nada, aparte de quedarse huérfano total con 16 años.
Kibera, donde vivía Moses
Le propusimos que Karibu fuera su familia y sostenerle. Eso sí, con la ayuda de Judy Oloo, directora de Desert Streams y gran colaboradora de Karibu Sana, le llevamos a un colegio interno lejos de Nairobi.
Ha terminado el bachillerato con enorme éxito y ha sido seleccionado en una universidad pública para estudiar derecho.
Hace un mes, cuando me informaba de esta noticia, escribía:
«¿Qué hubiera sido de mí si Dios no hubiera tenido conmigo la misericordia de conocerte? Karibu Sana me ha cambiado la vida, y espero agradecerlo siempre con creces. Rezo por ti, Javier, y por todos los donantes que lo hacen posible. Doy cada día gracias a Dios por el gran regalo que me ha hecho».
Por mi parte, yo le contestaba que era uno de mis grandes héroes, y que con su esfuerzo nos enseñaba que Karibu Sana merece la pena.
Hace dos semanas pasé por la exposición de Javier Callejaen el espacio Unicaja, junto al palacio episcopal de Málaga. Entre otras obras encontré el cuadro que he puesto de portada que me parece que refleja perfectamente lo que ocurre en Karibu Sana: conseguimos que los sueños de muchos (padres e hijos) se conviertan en realidades.
Algunos ‘invitados’ a esos cumpleaños
Celebra fiestas para Karibu Sana
En las últimas semanas varias personas nos han comunicado la siguiente decisión: por diversos motivos (un cumpleaños, un aniversario sonado de boda) querían celebrar una fiesta con sus familiares y con sus mejores amigos. En la invitación, además de la fecha y hora del evento, recogían una petición:
«Si queréis hacernos algún regalo, por favor, que sea para los niños de Karibu Sana«.
Y así ha sucedido: nos han ido llegando distintas donaciones, bastantes, que podremos gastar en la educación de unos niños maravillosos de la lejana Kenia.
A lo mejor tú también tienes algo que celebrar, o un hermano o hermana tuyo, o una Primera Comunión. Incluso podrías pensar en estos niños a la hora de perfilar el testamento, como tanta gente hace, y darle una salida social a parte de tu patrimonio. En la vida se nos presentan muchas ocasiones de hacer bien el bien, de convertirnos en personas que reparten felicidad a manos llenas.
Meshak preparando el examen de fin de Secundaria.
Meshak
Un ejemplo del efecto multiplicador de nuestra generosidad lo tenemos en Meshak. Es un chico al que conocí una tarde en Nairobi en la que me acerqué a una pastelería para comprar unos dulces a los niños de Kwetu, la casa de niños de la calle. Él estaba entonces en la calle, un street boy, vestía un pantalón de pijama y nadie le hacía el menor caso. Le invité a un pastel y entablamos algo de conversación. Después quedamos en vernos, le animé a volver a casa, le animé en otro momento a ir a un centro de rescate de niños en la calle. Ahora, casi ocho años después, ha terminado la educación secundaria, y en breve seguirá con su formación en una formación profesional superior. ¿No es maravilloso?
Detrás de cada niño hay una novedad. Nosotros, tú y yo, facilitamos que ésta florezca. El dibujo que acompaña no señala que el niño piense que es un superhéroe, sino que sale adelante gracias a los superhéroes (tú, las personas que animes a unirse a este proyecto) que les cubren con su sombra.
Me escribe Sister Janerose, la directora de la casa de rescate de niños de la calle Kwetu Home of Peace. Adjunta su foto con estos dos pequeños. Son hermanos, me cuenta. Les encontraron en la calle junto a su madre, una mujer con una grave enfermedad mental. Aunque suelen dirigirse a niños más mayores, no podían dejarles a su suerte.
Sister Janerose con estos dos hermanos
Han logrado que la madre ingrese en un hospital, y están a la espera de saber cuál puede ser su mejoría. Mientras, estos dos pequeños cuentan ahora con la familia de Kwetu para estar en un hogar y no en la noche cerrada de la calle. Pasan también a formar parte de la ‘familia’ de Karibu Sana: queremos cubrir su educación hasta que sean mayores de edad. ¿Conoces a alguien que quisiera encargarse de esta misión?
De la calle a la ley
Me escribe Moses Wafula.
Es de los primeros niños que conocí, en 2015. Había sido rescatado de la calle. Una mujer de Kenia se encargó de su educación en un internado pero en un momento dado él decidió volver a la calle. Pedí que me ayudaran a encontrarle y que le dieran otra oportunidad: costó, pero lo logré.
A punto de ir a la universidad
Empezó su educación en un colegio de Kibera a la vez que volvió con su madre. Esta era una mujer alcohólica y llena de sufrimiento. Una noche le ardió la chabola en la que vivía y falleció: Moses estaba fuera de casa. Al ser huérfano total, a través de Judy Oloo, la directora de su colegio y gran amiga mía, pasamos a mantenerle.
Hace dos meses acabó la secundaria. Ahora busca plaza en la universidad: quiere estudiar derecho.
Me pide que agradezca a la gente que forma Karibu Sana el que hayamos cuidado de él «cuando yo no era nada para nadie y no tenía sitio en este mundo. Que el Todopoderoso os ayude en todas vuestras metas».
Pensábamos, con nostalgia y sonrisa, lo que habría sido de él si no nos hubiéramos encontrado. Pensamos, ahora solo con sonrisa, todo lo que podrá ser porque nos hemos encontrado y él ha permanecido firme a pesar de tantos obstáculos.
Buscando aclararse…
Y una foto de Víctor, que todavía tiene que aclarar qué hacer con su vida, que está lleno de ideas pero también en un ambiente plagado de dificultades.
Es un grupo de veinte niñas, ya el tercero de esta institución que nace a partir de Kwetu Home of Peace, que está dirigido a rescatar chicos. La más pequeña de esta ‘promoción’ tiene 4 años. Se encuentra allí junto a sus hermanas de 12 y de 9 años respectivamente: expulsadas de casa por la madre, la de 12 se encargaba de cuidar de las otras dos. La última de esta promoción llegó ayer: hoy ya sonreía. Todas han tenido un camino muy duro, que casi es mejor ni imaginar, y en Dorothea Centre encuentran el hogar que no tenían. Mucho más serenas que los niños, me decía Sister Carol que a ninguna se le pasa por la cabeza la posibilidad de volver a la calle: quieren, al acabar en Dorothea, ir a clase. Y Karibu Sana está ahí para intentar conseguir los medios que les proporcionen una educación en un buen internado.
Me decía ayer Sister Carol que el 9 o el 16 de junio celebrarán una Misa en Dorothea Centre. Quieren que sea en honor de San Josemaría Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei y, por lo tanto, promotor de Strathmore University e inspirador de mi propia vida (pertenezco a la Obra). Me piden que asista por videoconferencia para poder dirigirles unas palabras. Y me insiste Sister Carol que la aplicaran no solo por mí y mi salud intermitente, sino por todos los donantes de Karibu Sana que han hecho posible que estas niñas tengan una vida mucho mejor.
Sobre otros niños
Millicent ahora
Contacté también con Millicent, a quien conocí cuando tenía tres o cuatro años y que ya es toda una señorita. Tanto ella como sus muchos hermanos y hermanas siguen adelante con nosotros, yendo al colegio.
Cuando la conocí, en 2016, con su hermano Peter.
En la otra foto os presento a Roberto, el siguiente a Millicent, todo un caballerete.
Roberto es una sonrisa andante
Y voy hablando con algunos de los mayores para ver cómo aclarar su futuro: Víctor y Austin, que son un poco peleones a la vez que están cargados de buenas intenciones. Vamos, ¡lo que se llama adolescencia!
Austin, con sus cascos y su indecisión
Muchas gracias por vuestra ayuda, que posibilita todas estas grandes obras.