Estudiaré derecho

Compartir en facebook
Facebook
Compartir en twitter
Twitter
Compartir en linkedin
LinkedIn
Admisión de Moses

Conocí a Moses en enero de 2016. Había terminado su estancia como niño rescatado en Kwetu Home of Peace y una mujer de Kenia se ofreció a financiar su educación en un internado. Hablamos varias veces, uno de los primeros niños de Kenia que pude conocer.

A los dos meses de colegio, por lo que fuera, se escapó y volvió a la calle. Me enteré de que le habían visto por Westlands, un barrio de Nairobi, viviendo en un parque y drogado. Tendría 13 años. Insistí a los trabajadores sociales de Kwetu para que fueran a buscarlo y rescatarle. Tardamos seis meses en lograrlo, pero lo logramos.

Fue entonces a vivir con su madre, una desgraciada mujer soltera y alcohólica, en el ‘slum’ de Kibera, en la más miserable de las chabolas. Desde Karibu Sana le pagábamos el colegio. Allí un compañero de clase le insultó por la situación lamentable de su madre y en un ataque de ira Moses le hizo una brecha con una botella de cristal. Intercedí de nuevo para que no le denunciaran: era un chico demasiado inteligente y demasiado sufrido como para dejarle de lado.

Un día me enteré de que había pasado dos semanas en un calabozo por mendigar: la policía lo agarró y allí lo tuvo sin denuncia ni crimen para darle una lección. A los dos meses su madre murió en el incendio de la chabola. A Moses no le pasó nada, aparte de quedarse huérfano total con 16 años.

Kibera, donde vivía Moses

Le propusimos que Karibu fuera su familia y sostenerle. Eso sí, con la ayuda de Judy Oloo, directora de Desert Streams y gran colaboradora de Karibu Sana, le llevamos a un colegio interno lejos de Nairobi.

Ha terminado el bachillerato con enorme éxito y ha sido seleccionado en una universidad pública para estudiar derecho.

Hace un mes, cuando me informaba de esta noticia, escribía:

«¿Qué hubiera sido de mí si Dios no hubiera tenido conmigo la misericordia de conocerte? Karibu Sana me ha cambiado la vida, y espero agradecerlo siempre con creces. Rezo por ti, Javier, y por todos los donantes que lo hacen posible. Doy cada día gracias a Dios por el gran regalo que me ha hecho».

Por mi parte, yo le contestaba que era uno de mis grandes héroes, y que con su esfuerzo nos enseñaba que Karibu Sana merece la pena.

Retrato de Moses
Compartir en facebook
Facebook
Compartir en twitter
Twitter
Compartir en linkedin
LinkedIn
Otras historias del Diario

La capacidad de dar

Ha pasado tiempo desde mi última entrada en este diario. Eso señala normalidad: niños y niñas que van a clase en Kenia, gente generosa que cada mes hace una aportación recurrente al Proyecto Karibu Sana, personas que trabajan en la Fundación Promoción Social, o en Strathmore University, o en Kwetu Home of Peace, Dorothea Rescue

Seguir leyendo >>

Acuerdo con Fundación Adey

Tras muchos meses de trabajo entre la Fundación Promoción Social y la Fundación Adey, acabamos de poner en marcha un acuerdo. Por él la Fundación Adey donará en 2025 un total de 60.000€ para uno de nuestros proyectos.   La Fundación Adey publica y explica el proyecto en su página web. Proyecto El propósito es fortalecer

Seguir leyendo >>

La cuesta de enero no cuesta nada

En 2025 el Proyecto Karibu Sana cumplirá 9 años de edad. En breve os aportaré datos del año pasado, pero puedo compartir sin género de dudas que seguimos marcando una diferencia en la vida de un montón de personas (niños y niñas, sus familias, los que ya son universitarios o se tratan de incorporar al

Seguir leyendo >>

Samuel estudiando en su habitación en Kwetu.

Recibe el Diario de Karibu Sana en tu mail