Comparativa Kenia–España

Repasando datos de Kenia

Hace dos días me invitaron a la Universidad Francisco de Vitoria de Madrid para hablarles de Kenia. Resulta que un grupo de profesores de esa universidad irá a Nairobi en enero de 2025 para colaborar durante unos días en las casas de las Hermanas de la Caridad de esa ciudad. De paso conocerán algunas de las acciones que promovemos desde Karibu Sana.

La charla fue una oportunidad de repasar algunos datos que siempre es importante tener en cuenta para entender la dimensión de la pobreza y de lo que hacemos.

El tamaño de Kenia y de España es similar: 550.000 vs. 503.ooo km cuadrados.

La población también, aunque ya nos ganan: 55 millones vs. 48.

Renta per capita

La cosa cambia con la renta per capita. En España es de 34.000€ anuales. Para Kenia, en cambio, no llega a dos mil euros: 1.955€ al año por persona. Es decir, 163€ mensuales contra los 2.830 de nuestro país (no sé si antes o después de impuestos).

Claro que estas cifras son engañosas, pues son una media y la realidad es siempre concreta. En Kenia hay gente que ha hecho dinero. De hecho, los diputados de este país, proporcionalmente, son los que más cobran del mundo: unos 80.000€ al año, siendo la situación del país la que es. Y hay hombres de negocios, abogados bien situados, gente con muchas tierras, etc. Con una clase media reducida (que, gracias a Dios, poco a poco aumenta), eso significa que el número de gente que vive en pobreza es muy elevado.

En concreto, se calcula que casi un 50% de la población (unos 26 millones de personas) viven en situación de pobreza, a menudo pobreza extrema.

Compromiso frente a la pobreza

¿Cuál es el índice de pobreza extrema según la ONU? El hecho de sobrevivir con menos de 2,15 dólares por persona al día. Les contaba en la charla que yo conocí a mucha gente que vivía muy por debajo de esta cifra. En concreto, todos los niños a los que asistimos.

El compromiso de Karibu Sana consiste en lograr medios para financiar la educación de niños sin recursos. Así aseguramos que se alimenten todos los días, que estén atendidos, que se formen para tener alguna oportunidad de superar ese umbral de pobreza radical, que sus madres puedan bajar el nivel de estrés en que se encuentran tantas veces por vivir en una desasosegante situación de supervivencia.

¡Gracias por ayudarnos a lograrlo!

Educar, ése es el objetivo

Estudiar y llover

Lluvias

Desde hace unas semanas Kenia anda anegada en lluvias. Entre el fenómeno El Niño y unas corrientes cercanas a la India, el país ha pasado de la sequía al exceso de agua. Llevan casi 200 fallecidos, decenas de presas en peligro de rotura y fuertes inundaciones especialmente para la gente más necesitadas: los barrios de chabolas carecen de desagües y con frecuencia se construyen en torrenteras. Total, que el Gobierno ha decidido que los colegios abran dos semanas después de lo previsto. Esta semana es cuando los alumnos han vuelto a clase.

En Kibera
La casa de Blessings en Kibera

Proyectos

Las cosas (¡las personas!) van muy bien. Nuestro socio local, Strathmore University, sigue cubriendo el pago de las matrículas escolares (¡451!). Tanto ellos (Luis Borrallo y Michael Babu) como la Fundación Promoción Social (María Beamonte, Macarena Cotelo e Iván Aznar, además de todas las personas que trabajan allí) están trabajando duro para el gran proyecto que tenemos entre manos y que hará crecer Karibu Sana. Va a ir dirigido a fortalecer a los agentes de cambio con los que trabajamos: las Sisters de Kwetu y Dorothea, los profesores y administradores de varios colegios, los trabajadores sociales y psicólogos que se dedican a los niños de la calle, etc. Nuestra ilusión es invertir en formación y en salarios para que los mejores hagan el mejor trabajo posible con los niños.

Os conté de un pozo que vamos a hacer con Sister Lucy en Eldoret. Ya les hemos dado el dinero de nuestra participación. Hace unos días nos llegó la propuesta de otro, para Kwetu, que dará agua a los niños y a la granja que tienen allí, además de a la gente de la zona.

Alumnos

Samuel desde Kisumu, junto al Lago Victoria
Samuel desde Kisumu, en el Lago Victoria

He tenido varias conversaciones con Samuel. Tras más de cuatro años en la calle y una infancia dura en la ciudad de Kisumu, está a por todas en su penúltimo año de colegio y con ganas de universidad.

Joan con Judy
Joan con Judy, su madre

De la universidad también he hablado con Joan. Empezó el curso esta semana. Quiere ser psicóloga.

Donantes

Sobre donantes os cuento una muy bonita. Se puso en contacto conmigo alguien. Acababa de vender un piso. El negocio había salido bien. Me dijo que le buscara algo concreto para poder hacer una aportación extraordinaria. Y otra. Me dice una persona, María, que ahora que van a celebrar el XXV aniversario de boda pedirán que los regalos sean para Karibu Sana. Y lo más importante: las donaciones recurrentes que hacéis sostienen lo ordinario de este proyecto, a saber, el gasto en matrículas.

¿Verdad que es maravilloso?

De la calle a la universidad

Algunos datos

Así empezamos el 2024

Comenzamos 2024 con un mensaje de Michael Babu, el hombre de Karibu Sana en Nairobi, señalando los objetivos con los que partimos desde el primer día. En esa tabla tenéis las distintas personas a las que atendemos y el presupuesto (en Kenyan Schillings y en Euros). Aparecen:

  • 1– Nuestros alumnos
  • 2– Los de Sister Lucy en Eldoret
  • 3- Las niñas de Dorothea (rescatadas de la calle) que llevamos al colegio
  • 4– Los niños de Kwetu (rescatados de la calle) que llevamos al colegio
  • 5– El fondo para becas en el colegio Desert Streams, que sirve para financiar los salarios de profesores
  • 6– Las ayudas a algunos huérfanos totales o madres solteras enfermas sin capacidad de trabajar por enfermedad grave
  • 7–Lo que pagamos a Michael Babu por su imprescindible trabajo
  • 8– Las ayudas a alumnos universitarios o de formación profesional (siempre ponen ellos una parte, y tienen que luchar por conseguir becas estatales)
  • 9– Emergencias (habitualmente de tipo médico)

Como veis, desde Karibu Sana estamos ya financiando la educación de más de 500 niños y niñas sin recursos, además de apoyar familias, colegios y centros de rescate.

Por otro lado, en estos primeros días de 2024 he recibido una lluvia de buenas noticias. Todas están relacionadas con algunos de los beneficiarios que llevan más tiempo con nosotros, desde 2016.

Erik, dentista

Erik me llamó por teléfono, vía WhatsApp. Le conocí la navidad de 2015. Vivía con su madre y dos hermanas en un poblado junto a una plantación de té. No tenían ni luz eléctrica. Me pidió una equipación de fútbol para el equipo que tenían los niños de ese poblado y que le llevara a un colegio mejor. Ahora empieza 2º de odontología, y no para de crecer.

Erik, hace seis años…

Vincent, alumno extraordinario

Los alumnos de último curso hicieron el KCSE, la selectividad o PAU de Kenia. Solo entran en la universidad los que saquen C+ o mejor. Uno de nuestros alumnos, Vincent, ha logrado la A-, nota que lo sitúa entre el 7% de los mejores alumnos del país. Conocí a Vincent, su hermano Ezekiel (que acaba de terminar en la universidad psicología) y a Zippora, su madre, en 2016.

¡Asombroso Vincent!

Vinieron a mí a través de una feligresa de la misma iglesia protestante que Zippora. Recién abandonada por su marido, y con un asma tremendo, solicitaba ayuda para sus dos hijos. En una ocasión que fui a verles me invitó a comer. Me ofreció todo lo que tenía: algo de te y una loncha de pan de molde sin tostar. A Vicent le llevamos a un internado hace cuatro años. En su mensaje me lo agradece porque ‘justo por entonces me estaba juntando con malas compañías en Kibera’, su barrio de chabolas. Ahora duda entre ser piloto de avión o médico.

Un mensaje de Vincent en enero de 2024

 

Ezequiel y Vincent, ¡hace seis años!

Moses, realiza su sueño

Y me escribió otra vez Moses Wafula, el mismo día en que se ha incorporado a la facultad de derecho.

«Un sueño hecho realidad», nos dice.

Y no es para menos: rescatado de la calle, con tres semanas en una celda en comisaría por mendigar, fallecida su madre en el incendio de su chabola, sostenido al 100% por Karibu Sana que nos convertimos en su familia, alejado de Kibera en un internado de provincias…, y la muestra de que nuestro modelo de ayuda puede ser un éxito.

El mensaje de Moses Wafula

 

Moses Wafula, ¡hace cinco años!

Universitarios para Judy

Por último, Judy –la directora del colegio Desert Streams de Kibera– me adjunta una lista de los beneficiarios de Karibu Sana en su colegio que han alcanzado la universidad. Cuando nos conocimos en 2016 ninguno de sus alumnos había logrado presentarse a la selectividad. Hoy lo hacen unos 40 cada año, y de ellos al menos 10 encaran estudios superiores. Eso marcará la diferencia en uno de los barrios más pobres y violentos de África.

Algunos de los alumnos de Judy…

Mambo Meldon, comadrona en Zambia

1. Aparición de Mambo

La conocimos a través de una de las sisters de Kwetu Home of Peace: una chica joven y huérfana que vivía en Zambia, el país de las Cataratas Victoria, un tercio más grande que España, con 19 millones de habitantes de los que el 12% está infectado de VIH, con una esperanza de vida de 51 años y con 12 médicos por cada 100.000 habitantes.

Mambo, la segunda por la derecha, con tres amigos.

Su nombre nos suena musical: Mambo Meldon. Y su sueño, para ella imposible, estaba al alcance de la mano: Mambo quería estudiar para convertirse en comadrona y ayudar al parto a las mujeres de Zambia y a recibir niños maravillosos al mundo.

Zambia, ¡muy lejos!

Es un país en el que la mayoría de los niños abandonan la escuela a los 7 años porque a partir de ahí hay que empezar a pagar. Hay dos universidades y el 85% de la población se dedica a la pobre agricultura local. En resumen, lo que podíamos hacer por Maldon, y por las consecuencias de su trabajo (que los niños vengan al mundo en las mejores condiciones posibles), marcaba realmente una diferencia.

El diploma de Mambo

Decidimos apoyarla. Ha estudiado durante cuatro años para acabar el colegio y sus estudios sanitarios y acaba de graduarse.

 

2. Su carta

En agradecimiento nos ha escrito esta carta y nos ha mandado su sonrisa.

«Al equipo de Karibu Sana.

Querido Javier Aranguren:

Te saludo en el nombre poderoso de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Espero y confío en que Dios todopoderoso te conserve bien. Quería aprovechar el momento para expresar mi gratitud por haberme apoyado durante mi preparación en Chilonga College of Nursering Enfermería y Comadronas para obtener mi diploma como comadrona. Vuestra generosidad y consideración han hecho una diferencia en mi vida, y lo agradezco enormemente. La beca que me habéis dado no solo me ha permitido obtener mi diploma, sino que también me ha mostrado la importancia del cuidado y de la compasión en nuestro mundo. Vuestro deseo de superar obstáculos e ir más allá para ayudarme durante mi preparación significa para mí mucho más de lo que pueden decir las palabras.

Por favor, estáte seguro de que siempre recordaré tu amabilidad y generosidad, y espero tener un día la oportunidad de devolver esto mejorando la vida de alguien, como habéis hecho vosotros conmigo. Me gradué en una ceremonia el pasado 28 de octubre de 2023.

De nuevo, gracias de corazón por lo que habéis hecho por mí. Vuestra amabilidad ha cambiado mi vida de una forma realmente significativa.

Vuestra,

Mambo Meldon»

Carta Mambo Meldon

¡Qué maravilla!

 

Premios, eventos y monja

Dos premios

Cabecera del podcast del IEPP

Gabriel Coll, que trabaja en el Instituto Europeo de Psicología Positiva (IEPP), me escribía el pasado miércoles. Un podcast que realizan desde el Instituto, liderado por Dafne Cataluña y Eva Rodríguez, había ganado un premio de 5.000 euros en un concurso de este tipo de programas y querían donarlo a Karibu Sana. El IEPP, Gabriel y Dafne, llevan ya cuatro años colaborando con nosotros con una admirable generosidad y entrega. Y esta noticia nos ha encantado.

Javier agradeciendo el premio a su ensayo

Además ha coincidido con otra muy similar. Ese mismo día se hizo la entrega de los premios del I Concurso de Ensayo Sapietia Cordis, de la Universidad CEU San Pablo de Madrid. Uno de los tres ganadores da la casualidad de que he sido yo, y también tenía intención de donar a Karibu Sana el monto del galardón (en este caso, 2.500 euros).

Dos eventos

A estos dos premios hay que unir dos iniciativas preciosas: Maria José celebró un cumpleaños muy especial en Bilbao y pidió a sus amigos que cualquier regalo fuera para el proyecto Karibu Sana. .

Los niños mandan besos a todos los donantes

Lo mismo hicieron Maira y Miguel por su XXV aniversario de boda. Nos llegaron los donativos de esas dos fiestas al mismo tiempo y vamos a poder cubrir un montón de becas de educación con ellos

… y una monja

Sister Carol en una sesión de trabajo en Fundación Promoción Social

La pasada semana llegó a Madrid Sister Carol. Es la fundadora de Dorothea Rescue Centre, que se dedica a rescatar, rehabilitar y reinsertar a niñas de la calle. Les estamos ayudando desde que comenzaron, amueblado el centro y financiando (hasta el momento) la educación de 60 niñas. Hace una labor maravillosa. Ha venido para estar con Karibu Sana y para buscar por su cuenta otras ayudas en España. Es una ‘Sister’ (monja) que desborda alegría, optimismo y capacidad de transformar el mundo. Nos ha contado el montón de proyectos que tiene para financiar Dorothea y los frutos maravillosos que ve que brotan en las vidas de esas niñas. Su primer esfuerzo fue dotar al centro con buenas instalaciones, porque ellas no se merece otra cosa. Entre otras, una capilla magnífica que inauguró el Obispo de Nairobi que se quedó sin palabras de admiración.

Sister Carol pidiendo por sus niñas a la Virgen de la Almudena

Entre Dorothea y Kwetu Home of Peace tienen actualmente a casi 200 niños y niñas rescatados de la calle. Nuestra tarea es ayudar a la formación del personal de estos dos centros y procurar medios económicos para que los niños beneficiarios vayan a colegios internos. Antes de esta actuación casi el 70% volvían a la calle dada la mala situación de sus familias. Desde hace tres años el 100% de nuestros beneficiarios se mantiene firme en la escuela y en su educación.

Todo un equipo de trabajo

Welcome to School

Ganas de escuela

El título de esta entrada es el de la canción que nos cantaron ayer (24 de mayo) las niñas de Dorothea Centre, rescatadas de la calle hace un mes y que puedes ver aquí.

Es un grupo de veinte niñas, ya el tercero de esta institución que nace a partir de Kwetu Home of Peace, que está dirigido a rescatar chicos. La más pequeña de esta ‘promoción’ tiene 4 años. Se encuentra allí junto a sus hermanas de 12 y de 9 años respectivamente: expulsadas de casa por la madre, la de 12 se encargaba de cuidar de las otras dos. La última de esta promoción llegó ayer: hoy ya sonreía. Todas han tenido un camino muy duro, que casi es mejor ni imaginar, y en Dorothea Centre encuentran el hogar que no tenían. Mucho más serenas que los niños, me decía Sister Carol que a ninguna se le pasa por la cabeza la posibilidad de volver a la calle: quieren, al acabar en Dorothea, ir a clase. Y Karibu Sana está ahí para intentar conseguir los medios que les proporcionen una educación en un buen internado.

Me decía ayer Sister Carol que el 9 o el 16 de junio celebrarán una Misa en Dorothea Centre. Quieren que sea en honor de San Josemaría Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei y, por lo tanto, promotor de Strathmore University e inspirador de mi propia vida (pertenezco a la Obra). Me piden que asista por videoconferencia para poder dirigirles unas palabras. Y me insiste Sister Carol que la aplicaran no solo por mí y mi salud intermitente, sino por todos los donantes de Karibu Sana que han hecho posible que estas niñas tengan una vida mucho mejor.

Sobre otros niños

Millicent ahora

Contacté también con Millicent, a quien conocí cuando tenía tres o cuatro años y que ya es toda una señorita. Tanto ella como sus muchos hermanos y hermanas siguen adelante con nosotros, yendo al colegio.

Cuando la conocí, en 2016, con su hermano Peter.

En la otra foto os presento a Roberto, el siguiente a Millicent, todo un caballerete.

Roberto es una sonrisa andante

Y voy hablando con algunos de los mayores para ver cómo aclarar su futuro: Víctor y Austin, que son un poco peleones a la vez que están cargados de buenas intenciones. Vamos, ¡lo que se llama adolescencia!

Austin, con sus cascos y su indecisión

Muchas gracias por vuestra ayuda, que posibilita todas estas grandes obras.

Bossvill Witaba empieza su futuro

Le conocí en diciembre de 2016, a punto de volverme a España.

Vivían en la misma chabola de Kibera él, su madre y sus cuatro hermanos (otro chico y tres chicas). El padre les abandonó a la semana del nacimiento de la última y no sabían nada de su vida. Bossvill dormía junto a su hermano en un sillón de dos piezas sin almohadones: sobre las maderas, sentados. Si se tenían que cambiar, las mujeres salían de la casa; a la inversa también. Apenas les llegaba para comer, menos todavía para ir al colegio. La madre, Phillys, es la única fuente de ingresos (muy pocos). Las hermanas pequeñas (Magdalene y Blessings) me siguen llamando por WhatsApp casi cada fin de semana para hablar con su ‘verdadero’ padre.

Bossvill con Luis Borrallo (representante de Karibu Sana en Nairobi), dos de sus hermanas y su madre

Escribe Bossvill hace dos días:

«Querido Javier, espero que te encuentres bien.

Me siento honrado y lleno de humildad por haber terminado todas las materias de Bachillerato y por haber tenido la oportunidad de hacer el Diploma en Información Tecnológica en Strathmore University [becado por esta institución, no por nosotros]. Todo eso ha sido gracias a la oportunidad que me dio Karibu Sana en Secundaria al pagarme el coste de la educación, meta que para mí era imposible. El 22 de noviembre tendré el honor de pasar a formar parte de la lista de graduados del Diploma en Información Tecnológica como segundo mejor de la clase. En mi caso, es mi primera graduación, y la primera en toda mi familia, y por eso estoy tremendamente contento y orgulloso. He abierto las puertas a mi familia para que haya más graduaciones en el futuro y otros de mis hermanos estudien: mi objetivo es motivar a los más jóvenes  de casa para trabajar en serio y lograr sus metas.

Me queda un semestre para acabar esta fase de los estudios. Me gustaría trabajar en el campo de la teología, especialmente en computación en la nube y en ciencia de datos.

De nuevo, gracias de verdad por vuestro apoyo y que Dios os bendiga abundantemente.

Bossvill».

Sin duda, una vida que ha cambiado gracias a su propio esfuerzo y al encuentro con Karibu Sana. Es decir, gracias a vosotros.

Encantado de su primera titulación

Gente como Manuel

Dejadme llamarle así, Manuel, aunque su nombre sea otro. Llamó al teléfono de Karibu Sana, que también es el mío. Quería pedir, si era posible, aumentar su colaboración mensual. En concreto, cuadruplicarla.

–»Es que me impresiona mucho lo que hacéis, y quiero ayudar a más niños. Si ganara más dinero, más que os daría. ¡Ya me gustaría cambiar de trabajo y ganar más!».

–»¿En qué trabajas?»

–»Soy camarero en un hospital».

El donativo que quiere empezar a hacer puede ser más del 10% de su salario neto. ¿De verdad hay gente tan generosa?

–»Quiero que continuéis haciendo una labor así de grande», dice.

–»Que continuemos», le respondo. «Podemos ayudar a estos niños gracias a ti, Manuel. En concreto, tú, y tantos otros donantes, sois los que hacen posible Karibu Sana. El agradecimiento de esos niños es a vosotros, y es infinito».

Y hablamos un rato más, de cómo algunos ya están en la universidad, de cómo son 430 los niños a los que enviamos al colegio, de cómo esto es mucho mejor que un sueño.

Propuestas de proyectos

Me escribió Sister Lucy, de Éldoret. Me recordó como dos de los niños a los que ella cuida, pobres entre los pobres, han entrado este curso en Strathmore University gracias a que les financiamos la Secundaria y a la beca que les concede esa universidad (la mía, cuando estuve en Kenia). Ella ha construido un centro para recate de niños de la zona, todos sin recursos, y me pide apoyo para poder amueblarlo: dormitorios (para 30 niños), cocina, comedor, todo por 7.880 euros. ¿Podremos ayudarle?

Judy, el día de su graduación.

Judy Oloo, directora del colegio Desert Streams de Kibera, ha terminado un curso de formación en administración de centros educativos en Strathmore.

Me he cruzado mensajes con Sarah. La empezamos a ayudar al principio. Terminó la secundaria, pero con una nota baja. Trabajó de camarera en un pobre tugurio de Kibera, el barrio de chabolas. A los 19 tiene un niño. Le he pedido que nos haga una propuesta de formación para poder darle una mejor oportunidad a sí misma y a su hijo: no le ayudaremos económicamente, que para ella sería muy cómodo, sino con formación. Trabajamos en ello.

Samuel, que es todo alegría.
El mismo, cuando le conocí hace seis años.

Samuel, de sonrisa impresionante, sigue adelante con sus estudios de Secundaria, retrasados cuatro años que pasó en la calle. Es un chico tremendamente maduro. Ya ha conseguido que uno de sus compañeros de infortunios vuelva con su familia y retome su formación con la ayuda de Karibu Sana.

Propuesta de ayuda

¿A quién conoces que pueda gustarle colaborar con Karibu Sana? Son tiempos duros, de crisis, difíciles. Por eso mismo, quizá los mejores para dar a los demás. ¡Contamos con tu iniciativa!

 

¡Comienza el curso!

Queridos amigos,

la llegada de septiembre significa para nosotros el comienzo del nuevo curso.

No ocurre lo mismo en Kenia, donde las clases se inician cada mes de enero. Sin embargo, en agosto han tenido unos días de vacaciones y ahora (septiembre, octubre y algo de noviembre) comienzan el tercer trimestre, el último.

Con esta motivación tenemos a 431 niños. Foto de Sandra Romero

Nuestros alumnos, 431 en este momento, van a por ello. Tenemos a uno más que da el salto a la universidad: Erick, a quien conocí en diciembre de 2015. Era entonces un niño que vivía en un poblado de una plantación de té, en el que carecían de energía eléctrica. Lleva desde entonces con nosotros. Ahora ha sido admitido en odontología, pues quiere ser dentista. Como ya es mayor de edad, estamos compartiendo responsabilidades: Erick consigue el dinero de la matrícula (lo ha hecho a base de pedir a su familia y comunidad, y trabajando) y nosotros nos encargamos del alojamiento. Nos comentaba que esta política, que al principio le costó entender, le ha ayudado a darse cuenta de que él es el primer interesado en su formación.

Entre amigos. Foto de Sandra Romero

Samuel me contaba que fue a visitar a antiguos colegas de la calle, adolescentes de Kisumu (a 500 kilómetros de Nairobi). Me los presentó por videollamada. Uno de ellos ha tomado la decisión de cambiar de vida: volvió con su familia, en otra ciudad, y ahora estamos trabajando para que vuelva a la escuela.

Y el resto a lo importante: el trabajo de cada día. Y los de 8º de Educación Primaria ya están preparando el examen nacional de paso a secundaria. Gracias a ti, van cambiando a mejor sus vidas.

¡Buena vuelta al mundo de después de agosto!

Javier

PD: Las fotos son de Sandra Romero, que se encuentra estos días en Nairobi visitando uno de los colegios que atendemos.

429 como Magdalene

La niña de la foto se llama Magdalene. La conocí en Nairobi en noviembre de 2016. Como sus cuatro hermanos, lleva desde entonces con nosotros. En el 16 estaba en los primeros cursos de primaria. En la foto, de hace dos días, está entrado por primera vez en la escuela internado donde va a estudiar la secundaria.

Vive con su madre y hermanos en una chabola de Kibera: una sola habitación para seis. Aquel mes de noviembre los dos chicos tenían para dormir el sofá, sin almohadones (solo la estructura de madera), mientras que ella compartía cama con la madre y dos hermanas (una de tres años, la otra de catorce).

Estas son las sandalias que fabrica y vende la madre de Magdalene

El encuentro con Karibu Sana le ha cambiado la vida a todos. También a la madre: su vida sigue siendo una existencia llena de estrés para lograr el dinero con el que llenar la cazuela, pero al menos no ha tenido que ver cómo sus niños quedaban fuera de una educación formal.

Que Magdalene esté en un internado (boarding school) va a suponer un gran ahorro para la madre. Y para la niña significa vivir en el campo, lejos de las chabolas y los albañales, tener un lugar con ambiente de estudio y amistad, comer tres veces al día, tener electricidad… ¡tantas cosas!

Y esto le pasa a otros 428 niños y niñas como Magdalene.

¡Y esto es gracias a ti!