Gente como Manuel

Compartir en facebook
Facebook
Compartir en twitter
Twitter
Compartir en linkedin
LinkedIn
Esta es nuestra esperanza.

Dejadme llamarle así, Manuel, aunque su nombre sea otro. Llamó al teléfono de Karibu Sana, que también es el mío. Quería pedir, si era posible, aumentar su colaboración mensual. En concreto, cuadruplicarla.

–»Es que me impresiona mucho lo que hacéis, y quiero ayudar a más niños. Si ganara más dinero, más que os daría. ¡Ya me gustaría cambiar de trabajo y ganar más!».

–»¿En qué trabajas?»

–»Soy camarero en un hospital».

El donativo que quiere empezar a hacer puede ser más del 10% de su salario neto. ¿De verdad hay gente tan generosa?

–»Quiero que continuéis haciendo una labor así de grande», dice.

–»Que continuemos», le respondo. «Podemos ayudar a estos niños gracias a ti, Manuel. En concreto, tú, y tantos otros donantes, sois los que hacen posible Karibu Sana. El agradecimiento de esos niños es a vosotros, y es infinito».

Y hablamos un rato más, de cómo algunos ya están en la universidad, de cómo son 430 los niños a los que enviamos al colegio, de cómo esto es mucho mejor que un sueño.

Propuestas de proyectos

Me escribió Sister Lucy, de Éldoret. Me recordó como dos de los niños a los que ella cuida, pobres entre los pobres, han entrado este curso en Strathmore University gracias a que les financiamos la Secundaria y a la beca que les concede esa universidad (la mía, cuando estuve en Kenia). Ella ha construido un centro para recate de niños de la zona, todos sin recursos, y me pide apoyo para poder amueblarlo: dormitorios (para 30 niños), cocina, comedor, todo por 7.880 euros. ¿Podremos ayudarle?

Judy, el día de su graduación.

Judy Oloo, directora del colegio Desert Streams de Kibera, ha terminado un curso de formación en administración de centros educativos en Strathmore.

Me he cruzado mensajes con Sarah. La empezamos a ayudar al principio. Terminó la secundaria, pero con una nota baja. Trabajó de camarera en un pobre tugurio de Kibera, el barrio de chabolas. A los 19 tiene un niño. Le he pedido que nos haga una propuesta de formación para poder darle una mejor oportunidad a sí misma y a su hijo: no le ayudaremos económicamente, que para ella sería muy cómodo, sino con formación. Trabajamos en ello.

Samuel, que es todo alegría.
El mismo, cuando le conocí hace seis años.

Samuel, de sonrisa impresionante, sigue adelante con sus estudios de Secundaria, retrasados cuatro años que pasó en la calle. Es un chico tremendamente maduro. Ya ha conseguido que uno de sus compañeros de infortunios vuelva con su familia y retome su formación con la ayuda de Karibu Sana.

Propuesta de ayuda

¿A quién conoces que pueda gustarle colaborar con Karibu Sana? Son tiempos duros, de crisis, difíciles. Por eso mismo, quizá los mejores para dar a los demás. ¡Contamos con tu iniciativa!

 

Compartir en facebook
Facebook
Compartir en twitter
Twitter
Compartir en linkedin
LinkedIn
Otras historias del Diario

Transformar Transform School

María Beamonte e Iván Aznar, que trabajan en Fundación Promoción Social —que gestiona Karibu Sana— estuvieron en Nairobi hace pocos días por motivo de un congreso internacional. Fue ocasión para que visitarán diversas iniciativas en las que ayudamos. Quedaron muy positivamente impresionados con todo pero les impactó la pobreza de Desert Streams y de Transform

Seguir leyendo >>

Necesidades y triunfos

1.Familia en apuros Me llegan noticias de Phyllis. Madre de seis, abandonada por su marido, enferma de cáncer de cérvix con recidiva. Pide ayuda para el cuidado de sus hijos durante su enfermedad y si fallece. Han iniciado una campaña en Kenia para buscar los fondos que sean. Yo he pedido a nuestro socio local,

Seguir leyendo >>

Ahora que comienza el curso

Septiembre supone el fin de nuestras vacaciones y el comienzo de trabajos y de clases. Algo similar ocurre en Kenia, aunque en su caso el parón de agosto dura dos semanas y ya desde el 20 de ese mes están de vuelta al colegio. En julio ocurrió una cosa muy curiosa. Tengo un amigo que

Seguir leyendo >>

Samuel estudiando en su habitación en Kwetu.

Recibe el Diario de Karibu Sana en tu mail