María Beamonte e Iván Aznar, que trabajan en Fundación Promoción Social —que gestiona Karibu Sana— estuvieron en Nairobi hace pocos días por motivo de un congreso internacional. Fue ocasión para que visitarán diversas iniciativas en las que ayudamos.



Quedaron muy positivamente impresionados con todo pero les impactó la pobreza de Desert Streams y de Transform School, dos escuelas del slum de Kibera en las que aportamos bastantes becas.
El problema es que trabajan con los más pobres, y ser pobre en Kenia es no tener nada. Por eso los colegios están en pie de milagro y los padres de los niños apenas pueden aportar nada para financiar la educación.
Sin embargo, nosotros insistimos en este aspecto siempre: la primera responsabilidad de la educación debe ser de los padres, o de los mismos estudiantes si ya son adultos, y nuestro papel es de ayuda subsidiaria. Es decir, no sustituimos sino que apoyamos o acompañamos.

Patrick, pastor protestante, es el director de Transform School.
—“¡Este hombre es un santo de altar!, ¡lo da todo por estos niños!”, me decía María asombrada.
Y así es, desde hace ya más de quince años. Le pedí una propuesta para adecentar la escuela. Os pongo fotos. El total de la pintura, mejora de la instalación eléctrica y algunos muebles y pizarras, es de apenas 3.000€. Le he pedido que plantee alguna cosa más, que conseguiremos el dinero para financiarlo y para que sus casi 200 niños y niñas se encuentren en unas instalaciones mejores.



El siguiente paso será elaborar con él un programa de alimentación: muchos de esos niños están en el colegio 12 horas al día, mientras sus madres trabajan, y sólo tienen una comida. Queremos introducir el desayuno, pero mantener eso en el tiempo tiene un coste importante: ¡son 200!
¿Puedes ayudarnos a conseguir donantes para los 3.000€ con los que empezar a transformar Transform School?
¡Gracias!


