Formas de hacer voluntariado en Kenia

Compartir en facebook
Facebook
Compartir en twitter
Twitter
Compartir en linkedin
LinkedIn
Primera comunión

Una la ofrecía Javier, con su dulce voz de niño de 9 años sonando al otro lado del teléfono: «Quiero ayudar a Karibu Sana, pero tendrás que esperar un poco. Hasta la segunda semana de mayo no hago mi Primera Comunión. Pero cuenta con mis regalos. ¿Vale?».

Otra llegaba de un antiguo alumno y de su novia. Ella becaria de doctorado en una universidad, él abriéndose paso en las procelosas empresas de consultoría, han decidido dejar parte de sus todavía magros sueldos en cuidar de los estudios de una niña en los slums de Nairobi.

Y otra de una persona que me contaba con congoja que acababan de vender una casita de campo (el ‘chalet en la sierra’), donde había disfrutado tanto viendo crecer a sus hijos, y había decidido desviar una parte de lo obtenido para cubrir el esfuerzo de educar a un amplio número de pequeños: «Me gusta la idea de que el lugar que hizo tan feliz a mis hijos pueda ahora hacer feliz a otros niños», decía en su carta.

Damian, de Kwetu

Algo similar ha sucedido con unos cuantos amigos que se han decidido a regalarme por mi cumpleaños lo que pudieran rascar de sus bolsillos. O con ese matrimonio que ya se encargaba de dos niños y han decidido hacer un esfuerzo para acoger a un tercero.

Todo son maravillosas formas de voluntariado en Kenia.

Compartir en facebook
Facebook
Compartir en twitter
Twitter
Compartir en linkedin
LinkedIn
Otras historias del Diario

Necesidades y triunfos

1.Familia en apuros Me llegan noticias de Phyllis. Madre de seis, abandonada por su marido, enferma de cáncer de cérvix con recidiva. Pide ayuda para el cuidado de sus hijos durante su enfermedad y si fallece. Han iniciado una campaña en Kenia para buscar los fondos que sean. Yo he pedido a nuestro socio local,

Seguir leyendo >>

Ahora que comienza el curso

Septiembre supone el fin de nuestras vacaciones y el comienzo de trabajos y de clases. Algo similar ocurre en Kenia, aunque en su caso el parón de agosto dura dos semanas y ya desde el 20 de ese mes están de vuelta al colegio. En julio ocurrió una cosa muy curiosa. Tengo un amigo que

Seguir leyendo >>

La victoria de Lameck

En la universidad medieval, cada vez que un alumno terminaba su grado se consideraba una victoria. Y si era el primero de una región el que lo lograba, su universidad pintaba un ‘Victor’ en una pared del claustro, registrando su nombre y la fecha de la victoria. Así nos ha pasado hace poco con Bossvill,

Seguir leyendo >>

Samuel estudiando en su habitación en Kwetu.

Recibe el Diario de Karibu Sana en tu mail