Una nueva habitación para Dorothea Rescue Centre

Lucía Buxens vuelve de Kenia. Ha estado desde marzo en Dorothea Rescue Centre, la casa para niñas rescatadas de la calle a la que ayudamos desde Karibu Sana. En concreto, cuando Dorothea RC  abrió sus puertas, nos encargamos de amueblar los dormitorios, comprar colchones y sábanas y ropa para las niñas. Además, desde el comienzo nos ocupamos de la escolaridad de todas las que han terminado su programa de rehabilitación, rescate y reinserción allí. Ahora mismo tenemos yendo al colegio a más de 60, de las que pagamos la totalidad de su educación.

Universitarios de Strathmore llegan para ayudar en Dorothea

Lucía me ha mandado el siguiente texto:

«Karibu sana!

Soy Lucía Buxens. El pasado marzo me vine a Kenia y he tenido la suerte de pasar estos últimos meses como voluntaria en Dorothea Rescue Centre. Dorothea es un centro que rescata a niñas de entre 6 y 12 años de las calles de Nairobi, las rehabilita y las reintegra en la sociedad a través de la educación y la incorporación al colegio. El centro lo llevan las Assumption Sisters de Eldoret. Aquí, las Sisters crean un hogar y un entorno seguro para las niñas, transformando sus vidas.

Tres artistas…

La vida de las niñas en la calle es una vida rodeada de violencia, abandono, rechazo, abuso, falta de educación y protección, hambre, suciedad, droga, tristeza… Pero una vez las niñas son rescatadas, todo cambia. Aquí, las niñas reciben formación católica. Aprenden valores, educación, modales, aprenden a ser independientes, cocinar, limpiar… ¡Se cuidan y se ayudan unas a otras como si fueran hermanas! Después de unos meses de rehabilitación, las niñas empiezan el colegio para empezar o continuar con su educación, que es lo más importante de esta misión. Las sisters empezaron el proyecto en 2021 y ya han rescatado 116 niñas de la calle. 43 han sido reintegradas en su familia con éxito, y 73 siguen aquí, y su reintegración está en proceso.

Después de mis tres meses aquí, he podido ver una necesidad muy clara, y por eso quiero empezar esta campaña. Solo hay una habitación con 12 literas, 24 camas. Muchas niñas duermen con colchones en el suelo y otras tienen que compartir lecho. Me encantaría cambiar esto. Cada una de ellas se merece un espacio digno.

Desde que llegué, muchos me habéis preguntado cómo podéis ayudar. Si queremos seguir rescatando a más niñas y transformar sus vidas a través del amor y la educación, lo primero que necesitamos es construir otra habitación. Nada me haría más feliz que hacerlo con vuestra ayuda.

¿Me ayudas a ayudar? Juntos podemos darles un hogar. Necesitamos 30.000€. ¡Cada euro cuenta!

¡A por ello!

¡Por nuestras niñas! ¡Se merecen todo y más!

Muchas gracias de corazón,

Lucía».

Rezando en la capilla de Dorothea RC

Lucía Buxens vuelve de Kenia. Le he ofrecido la estructura de Karibu Sana para que pueda llevar a cabo este proyecto especial.

Para ayudarle basta con que sigas los pasos que te irá indicando nuestra web. Cuando aprietes el botón de DONAR o COLABORA te llevará a otra ventana. Allí verás dos opciones: DONACIÓN MENSUAL o DONACIÓN PUNTUAL. Destacamos más la primera porque educar niños (que es lo que hacemos en Karibu Sana) es una tarea a muy largo plazo y no querríamos dejar a ninguno en el camino.

Algunas de las que ya van al colegio gracias a Karibu Sana

Pero la opción puntual es ideal para la habitación que quiere ayudar a construir Lucía. Se te pedirán los datos para que podamos elaborar el documento con el que desgravar en Hacienda (lo enviamos en enero del año siguiente). Recuerda que son muy interesantes: hasta el 80% de los primeros 250 euros donados. Es decir, si donas 200, desde Hacienda te deducirán 160 en tu declaración. A partir de los 251 se desgrava el 35% de cada euro.

Para este proyecto lo mejor es que hagas una TRASFERENCIA, pues en ella podrás señalar el ‘concepto’ e indicar allí que es para ‘Habitación Dorothea’, ‘Proyecto Lucía’ o lo que quieras, de modo que lo podamos distinguir de otras donaciones y que ella pueda seguir con facilidad cómo crece su objetivo. Si lo haces con tarjeta de crédito, puedes escribir ‘para Lucía’ junto a tu nombre.

¡Piensa todo lo que puedes ayudar!

 

Sé de una a la que le va a costar volver…

La aventura de Karibu Sana continúa…, a toda marcha

Buenos días. Hacía tiempo que no escribía. En parte porque acabo de cambiar de trabajo y los aterrizajes llevan un tiempo. En parte porque teníamos en marcha varias gestiones y merecía la pena esperar a que se asentaran para informaros de ellas.

 

Salim, el operado

Primero os pongo la foto de Salim.

Es un niño de Kwetu Home of Peace que se fracturó una mano por varios lugares. Le operaron una vez (¡4.000€!) y se la dejaron fatal: mucho dolor y muchas lágrimas. Y como no tenían dinero para pagar una nueva operación (les pedían, en otro hospital, 1.000€ para empezar a hablar) tuvieron que retrasar la intervención. esta tuvo lugar hace tres días y parece que ha salido bien. Le he pedido a Sister Carol que busque un abogado para reclamar daños y prejuicios al primer hospital, si fuera necesario. Le he dicho también que ayudaremos en lo posible a cubrir parte de los gastos.

Abajo, Gabriel y María (de FPS). Arriba, Diego (FPS), Miguel, Macarena (FPS) y Jorge

La segunda foto es de una reunión

… que tuvimos el viernes pasado en la Fundación Promoción Social. Gabriel y Miguel se dedica, cada uno por su cuenta, a temas de bienestar y de psicología positiva. Coincide que ambos (junto con sus mujeres) llevaban tiempo pensando en organizar sendas fundaciones porque creen que sería bueno darle una salida social al fruto de su trabajo: quieren ayudar. Nos conocimos. Les conté lo que quiero hacer con los niños de la calle que terminan en Kwetu (llevar a cada uno de ellos a un internado para que no vuelvan a la calle) y les ha interesado muchísimo.

Tened en cuenta que se trata de un proyecto que cada año necesita cubrir la educación de al menos 30 niños nuevos sin que los anteriores hayan todavía terminado su educación. Empezamos en 2019 con 30 (30.000€). El resultado es espectacular: el 100% sigue en el colegio. El año anterior, pasados dos meses desde que dejaron Kwetu y volvieron con sus ‘familias’, el 70% de los niños estaba de vuelta en la calle porque el ambiente de violencia y desestructuración de sus chabolas era insostenible. En 2020 necesitaremos para esto el doble de dinero (60.000€) y en 2021 el triple (90.000). Además de a Gabriel y Miguel nos vendría muy bien más gente: no dejes de ayudarnos.

La tercera muestra a Alex y a Ana

… (todavía con pelo a la ‘africana’) reunidos conmigo tras su experiencia de 15 días organizando un campamento en Nairobi para 180 niños y niñas del barrio de chabolas. Han trabajado mucho, han conseguido que esos niños comieran todos los días durante su periodo de vacaciones, y que se divirtieran de lo lindo con el material de plástica que nos donó MacroPaper, y les han llevado también a Nakuru Park, donde muchos de esos niños por primera vez vieron animales salvajes. Además, al ser apoyados por los profesores del colegio, estos consiguieron recibir un sueldo que no suelen tener en su mes de vacaciones. Ha sido una ayuda buena, necesaria y multifacética. Ahora Alex y Ana están promoviendo entre sus amigos y familiares la consecución de becas para escolares.

La cuarta enseña la primera cosecha de tomates

… en la granja que ayudamos a construir en Kwetu. Ya han empezado a tener ingresos por venta de comida en Nairobi, aparte de que los niños comen cada vez más barato y más sano.

¡Haremos algo grande por los más pequeños!

La quinta es Clara Purroi,

arquitecto y consultora además de fundadora de ‘Building the Future’, una iniciativa por la que han construido ya una escuela junto a Nairobi National Park. Nos conocimos en Kenia y estamos trabajando juntos en un proyecto precioso: que ella y su gente (arquitectos y alumnos de la Universidad de Navarra) diseñen, financien y construyan una casa de alojamiento para algunos niños que acaban en Kwetu y que todavía están cursando la Primaria.

La construiríamos en la parcela de Kwetu en Ruai, de modo que esos niños puedan seguir en sus colegios y en ese ambiente (el de Kwetu) en el que han encontrado seguridad y cariño tras meses o años de sufrimiento. Además, sería una gestión mucho más económica que enviarles a todos a internados. La idea inicial es construir de forma modular, y así ir aumentando el tamaño solo si aumentan las necesidades y si se gestiona bien. Comenzaría con una casa para 20/25 chavales. A Kwetule ha interesado muchísimo, una de las mejores empresas de construcción en Nairobi quiere colaborar con nosotros, y en breve comenzarán a echarnos una mano en la gestión de permisos de construcción.

Y mientras un montón de gente sigue ayudando a Karibu Sana con sus aportaciones mensuales, con una Primera Comunión, con ayudas puntuales y con sus oraciones. ¡Casi nada!

Por cierto, la foto de portada es una Virgen que dibujó la tía de un amigo mío de Barcelona que es sacerdote en Camerún. Se la he tomado prestada: bajo su manto cabemos todos…

Formas de hacer voluntariado en Kenia

Una la ofrecía Javier, con su dulce voz de niño de 9 años sonando al otro lado del teléfono: «Quiero ayudar a Karibu Sana, pero tendrás que esperar un poco. Hasta la segunda semana de mayo no hago mi Primera Comunión. Pero cuenta con mis regalos. ¿Vale?».

Otra llegaba de un antiguo alumno y de su novia. Ella becaria de doctorado en una universidad, él abriéndose paso en las procelosas empresas de consultoría, han decidido dejar parte de sus todavía magros sueldos en cuidar de los estudios de una niña en los slums de Nairobi.

Y otra de una persona que me contaba con congoja que acababan de vender una casita de campo (el ‘chalet en la sierra’), donde había disfrutado tanto viendo crecer a sus hijos, y había decidido desviar una parte de lo obtenido para cubrir el esfuerzo de educar a un amplio número de pequeños: «Me gusta la idea de que el lugar que hizo tan feliz a mis hijos pueda ahora hacer feliz a otros niños», decía en su carta.

Damian, de Kwetu

Algo similar ha sucedido con unos cuantos amigos que se han decidido a regalarme por mi cumpleaños lo que pudieran rascar de sus bolsillos. O con ese matrimonio que ya se encargaba de dos niños y han decidido hacer un esfuerzo para acoger a un tercero.

Todo son maravillosas formas de voluntariado en Kenia.