Welcome to School

Ganas de escuela

El título de esta entrada es el de la canción que nos cantaron ayer (24 de mayo) las niñas de Dorothea Centre, rescatadas de la calle hace un mes y que puedes ver aquí.

Es un grupo de veinte niñas, ya el tercero de esta institución que nace a partir de Kwetu Home of Peace, que está dirigido a rescatar chicos. La más pequeña de esta ‘promoción’ tiene 4 años. Se encuentra allí junto a sus hermanas de 12 y de 9 años respectivamente: expulsadas de casa por la madre, la de 12 se encargaba de cuidar de las otras dos. La última de esta promoción llegó ayer: hoy ya sonreía. Todas han tenido un camino muy duro, que casi es mejor ni imaginar, y en Dorothea Centre encuentran el hogar que no tenían. Mucho más serenas que los niños, me decía Sister Carol que a ninguna se le pasa por la cabeza la posibilidad de volver a la calle: quieren, al acabar en Dorothea, ir a clase. Y Karibu Sana está ahí para intentar conseguir los medios que les proporcionen una educación en un buen internado.

Me decía ayer Sister Carol que el 9 o el 16 de junio celebrarán una Misa en Dorothea Centre. Quieren que sea en honor de San Josemaría Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei y, por lo tanto, promotor de Strathmore University e inspirador de mi propia vida (pertenezco a la Obra). Me piden que asista por videoconferencia para poder dirigirles unas palabras. Y me insiste Sister Carol que la aplicaran no solo por mí y mi salud intermitente, sino por todos los donantes de Karibu Sana que han hecho posible que estas niñas tengan una vida mucho mejor.

Sobre otros niños

Millicent ahora

Contacté también con Millicent, a quien conocí cuando tenía tres o cuatro años y que ya es toda una señorita. Tanto ella como sus muchos hermanos y hermanas siguen adelante con nosotros, yendo al colegio.

Cuando la conocí, en 2016, con su hermano Peter.

En la otra foto os presento a Roberto, el siguiente a Millicent, todo un caballerete.

Roberto es una sonrisa andante

Y voy hablando con algunos de los mayores para ver cómo aclarar su futuro: Víctor y Austin, que son un poco peleones a la vez que están cargados de buenas intenciones. Vamos, ¡lo que se llama adolescencia!

Austin, con sus cascos y su indecisión

Muchas gracias por vuestra ayuda, que posibilita todas estas grandes obras.

Dorothea Rescue Centre

Sister Carol dirigió durante unos años Kwetu Home of Peace, la iniciativa de las Sisters de María Inmaculada de Eldoret en la que rescatan niños de la calle y que tanto bien hace. El año pasado le pidieron que fuera a Kitengela, una pequeña ciudad a treinta kilómetros de Nairobi. Allí, con otras monjas, tenía el encargo de tratar de poner en marcha algo muy ilusionante: Dorothea Rescue Centre, una iniciativa similar a Kwetu, esta vez dirigida a niñas que vivirán en la calle.

Dorothea rescue Centre: ahora casi está terminado

Imaginaos: vivir en la calle, a los siete, diez, catorce años, refugiado bajo un puente o en una cañería, drogándose, comiendo de las basuras, sufriendo abusos de chicos más mayores o violencia en manos de algunos policías. Imaginaos el miedo, y el desastre en el desarrollo de la personalidad y de la educación.

Ahora la misma idea, pero siendo niñas: es verdad que son menos, pero son mucho más vulnerables.

Animamos a Sister Carol con su proyecto pero, en nuestro empeño por no generar ningún tipo de dependencia con Karibu Sana, le dijimos que no le podíamos ayudar económicamente a la construcción: mucho dinero, no era nuestra finalidad, tenía que encontrar otros donantes.

Lo ha hecho. Terminada la construcción del edificio, nos escribió para preguntar si podríamos ayudar a amueblar los dormitorios: literas (20), colchones (40), sábanas (80), toallas (80), zapatillas (20)… Le contesté a vuelta de correo que sí, pero que no le ayudaríamos, sino que pagaríamos todo. En total, 7.700 euros.

Les hemos pedido que añadan juegos y muñecas

¿Cómo podríamos pagarlo? Con la generosidad de los donantes de Karibu Sana. Este proyecto, tan específico, era perfecto para pedírselo a una persona concreta (llamémosla ‘Gonzalo’, que no es su nombre), empresario brillante, y con una conciencia social que a mí me da envidia. Tomamos un café, realicé la exposición de motivos, y aceptó encantado. Así podremos aplicar el resto de nuestros ingresos a matrículas de colegios, y colaborar con Sister Carol y sus hermanas a rescatar a estas niñas.

Las aventuras comienzan pequeñas, pero crecen y crecen hasta hacer cosas grandes.

¡Valiente Sister Carol!

Sister Carol es la monja de las Sisters of Maria Immaculate of Eldoret (¡casi nada!) que se encarga de Kwetu Home of Peace. ¡Es una mujer muy valiente! ¡Y quiere un montón a cada uno de esos niños (a veces más de 100) que son invisibles para el resto de la humanidad porque viven en la calle, porque Kenia está muy lejos, porque andan entre basuras y drogas, porque parece que tendrían que dar miedo cuando en realidad son fantásticos! ¡Y reza sin parar, por ellos y por conseguir los medios para la labor que tiene entre sus manos!

Y ahí entramos nosotros, Karibu Sana.

Las nuevas literas de colores
Mola el rojo con azul

En las fotos os muestro cómo han quedado las habitaciones de Ruai, la casa principal (main house) donde tiene entre 70 y 100 niños, cada uno durante dos años, retomando la escuela y tratando de ganar la normalidad. Karibu Sana nos hemos encargado de revestir las camas (aunque no de elegir los colores) que se han colocado en habitaciones por edades, para crear un ambiente agradable y seguro para todos ellos.

Un color más de sabana

Además nos vamos a lanzar a por la granja que les ayudaría tanto a ser sostenibles. La primera etapa consistirá en la compra de 4 tanques gigantes de agua con la que puedan aplicar un riego gota a gota en una zona en general seca. Han reparado tres invernaderos y vamos (me encanta decirlo en plural, porque Karibu Sana es Kwetu) a plantar frutales (mangos) y cebollas, además de hacernos con más de cien gallinas. ¡Será im–presionante!

Esto es la main house

Y Sister Carol seguirá urgiéndonos con su sonrisa. En pocos días meterán a otros 20 niños rescatados de la calle. Hemos hablado esta mañana a través de WhatsApp. Me decía: «Hoy paseaba por allí, entre ellos, y me han rodeado y no dejaban de preguntarme cuándo podrían venir». Nosotros, tú y yo, desde Karibu Sana haremos todo lo posible para que eso sea cuanto antes.

Stephen con nuestro ingeniero agrónomo

También me ha contado que ayer rescató a William. Es un antiguo niño de Kwetu que volvió a su casa y luego volvió a la calle porque los problemas en casa seguían. Me he ofrecido a ayudar: la idea de Karibu Sana es estar allí para mandar a todos los que podamos a colegios internos para que no vuelvan a necesitar escapar de circunstancias difíciles. Lo emocionante es que cada uno supone por lo menos 900 euros por curso. ¡Tendrás que ayudarme a que crezca Karibu Sana!