¡Feliz Navidad!

Diciembre 2024

 

Es muy fácil felicitar la Navidad a todas las personas que apoyáis el Proyecto Karibu Sana.

Y es que sois como esos pastores, lecheras, lavanderas, niños o Reyes Magos que se acercaron al Portal de Belén para cubrir la necesidad del Niño con un cordero, algo de queso, pañales límpios, vuestros juguetes o el oro, el incienso y la mirra.

Algo análogo es lo que hacéis con estos niños de Kenia a los que podemos ayudar desde Karibu Sana gracias a vuestra generosidad. Sus chabolas o la calle son el Portal. Les visitáis con vuestras donaciones, con vuestro apoyo. Y descubrís asombrados –como hicieron también los pastores en la primera Navidad– que en esos niños desconocidos hay algo sagrado que les hace merecedores de todo vuestro cariño.

¿Qué regalos les llevais? Educación, comida diaria, seguridad, horas de juego, infancias mejores, apoyo a las madres, proyectos de vida, crecimiento.

Eso son cosas que llenarán de contento también al Niño Jesús, que querrá agradecerlo –como dirá más tarde en su vida pública– con «el ciento por uno y la vida eterna» (cf. Mt 19, 29).

Por cierto, nos trae el Niño algún regalo bonito. Acabamos de firmar un convenio muy generoso para ayudar en Dorothea Rescue Centre, la casa para niñas rescatadas de la calle. Con él aseguraremos la educación de más de 40 pequeñas y el desarrollo formativo de los profesionales de ese centro.

Y otro gran regalo son los más de 15 universitarios que llegaron a la universidad tras beneficiarse del proyecto. A muchos de ellos les seguimos apoyando en sus estudios. Me decía uno de ellos: «Doy gracias a Dios todos los días por habernos encontrado. Sin vosotros, estaría en la calle, o muerto. Gracias a vosotros, y a Dios, estoy terminando 1º de derecho».

Que sea una Navidad llena de bendiciones y un muy feliz 2025. Y que sigamos entre todos cambiando vidas y haciendo un mundo más justo y mejor para la infancia.

 

Javier Aranguren

PD: ¡Qué bonito regalo de Navidad sería que consiguieras algún subscriptor más para Karibu Sana!

Una nueva habitación para Dorothea Rescue Centre

Lucía Buxens vuelve de Kenia. Ha estado desde marzo en Dorothea Rescue Centre, la casa para niñas rescatadas de la calle a la que ayudamos desde Karibu Sana. En concreto, cuando Dorothea RC  abrió sus puertas, nos encargamos de amueblar los dormitorios, comprar colchones y sábanas y ropa para las niñas. Además, desde el comienzo nos ocupamos de la escolaridad de todas las que han terminado su programa de rehabilitación, rescate y reinserción allí. Ahora mismo tenemos yendo al colegio a más de 60, de las que pagamos la totalidad de su educación.

Universitarios de Strathmore llegan para ayudar en Dorothea

Lucía me ha mandado el siguiente texto:

«Karibu sana!

Soy Lucía Buxens. El pasado marzo me vine a Kenia y he tenido la suerte de pasar estos últimos meses como voluntaria en Dorothea Rescue Centre. Dorothea es un centro que rescata a niñas de entre 6 y 12 años de las calles de Nairobi, las rehabilita y las reintegra en la sociedad a través de la educación y la incorporación al colegio. El centro lo llevan las Assumption Sisters de Eldoret. Aquí, las Sisters crean un hogar y un entorno seguro para las niñas, transformando sus vidas.

Tres artistas…

La vida de las niñas en la calle es una vida rodeada de violencia, abandono, rechazo, abuso, falta de educación y protección, hambre, suciedad, droga, tristeza… Pero una vez las niñas son rescatadas, todo cambia. Aquí, las niñas reciben formación católica. Aprenden valores, educación, modales, aprenden a ser independientes, cocinar, limpiar… ¡Se cuidan y se ayudan unas a otras como si fueran hermanas! Después de unos meses de rehabilitación, las niñas empiezan el colegio para empezar o continuar con su educación, que es lo más importante de esta misión. Las sisters empezaron el proyecto en 2021 y ya han rescatado 116 niñas de la calle. 43 han sido reintegradas en su familia con éxito, y 73 siguen aquí, y su reintegración está en proceso.

Después de mis tres meses aquí, he podido ver una necesidad muy clara, y por eso quiero empezar esta campaña. Solo hay una habitación con 12 literas, 24 camas. Muchas niñas duermen con colchones en el suelo y otras tienen que compartir lecho. Me encantaría cambiar esto. Cada una de ellas se merece un espacio digno.

Desde que llegué, muchos me habéis preguntado cómo podéis ayudar. Si queremos seguir rescatando a más niñas y transformar sus vidas a través del amor y la educación, lo primero que necesitamos es construir otra habitación. Nada me haría más feliz que hacerlo con vuestra ayuda.

¿Me ayudas a ayudar? Juntos podemos darles un hogar. Necesitamos 30.000€. ¡Cada euro cuenta!

¡A por ello!

¡Por nuestras niñas! ¡Se merecen todo y más!

Muchas gracias de corazón,

Lucía».

Rezando en la capilla de Dorothea RC

Lucía Buxens vuelve de Kenia. Le he ofrecido la estructura de Karibu Sana para que pueda llevar a cabo este proyecto especial.

Para ayudarle basta con que sigas los pasos que te irá indicando nuestra web. Cuando aprietes el botón de DONAR o COLABORA te llevará a otra ventana. Allí verás dos opciones: DONACIÓN MENSUAL o DONACIÓN PUNTUAL. Destacamos más la primera porque educar niños (que es lo que hacemos en Karibu Sana) es una tarea a muy largo plazo y no querríamos dejar a ninguno en el camino.

Algunas de las que ya van al colegio gracias a Karibu Sana

Pero la opción puntual es ideal para la habitación que quiere ayudar a construir Lucía. Se te pedirán los datos para que podamos elaborar el documento con el que desgravar en Hacienda (lo enviamos en enero del año siguiente). Recuerda que son muy interesantes: hasta el 80% de los primeros 250 euros donados. Es decir, si donas 200, desde Hacienda te deducirán 160 en tu declaración. A partir de los 251 se desgrava el 35% de cada euro.

Para este proyecto lo mejor es que hagas una TRASFERENCIA, pues en ella podrás señalar el ‘concepto’ e indicar allí que es para ‘Habitación Dorothea’, ‘Proyecto Lucía’ o lo que quieras, de modo que lo podamos distinguir de otras donaciones y que ella pueda seguir con facilidad cómo crece su objetivo. Si lo haces con tarjeta de crédito, puedes escribir ‘para Lucía’ junto a tu nombre.

¡Piensa todo lo que puedes ayudar!

 

Sé de una a la que le va a costar volver…

Regalos de cumpleaños

Hace dos semanas pasé por la exposición de Javier Calleja en el espacio Unicaja, junto al palacio episcopal de Málaga. Entre otras obras encontré el cuadro que he puesto de portada que me parece que refleja perfectamente lo que ocurre en Karibu Sana: conseguimos que los sueños de muchos (padres e hijos) se conviertan en realidades.

Algunos ‘invitados’ a esos cumpleaños

Celebra fiestas para Karibu Sana

En las últimas semanas varias personas nos han comunicado la siguiente decisión: por diversos motivos (un cumpleaños, un aniversario sonado de boda) querían celebrar una fiesta con sus familiares y con sus mejores amigos. En la invitación, además de la fecha y hora del evento, recogían una petición:

«Si queréis hacernos algún regalo, por favor, que sea para los niños de Karibu Sana«.

Y así ha sucedido: nos han ido llegando distintas donaciones, bastantes, que podremos gastar en la educación de unos niños maravillosos de la lejana Kenia.

A lo mejor tú también tienes algo que celebrar, o un hermano o hermana tuyo, o una Primera Comunión. Incluso podrías pensar en estos niños a la hora de perfilar el testamento, como tanta gente hace, y darle una salida social a parte de tu patrimonio. En la vida se nos presentan muchas ocasiones de hacer bien el bien, de convertirnos en personas que reparten felicidad a manos llenas.

Meshak preparando el examen de fin de Secundaria.

Meshak

Un ejemplo del efecto multiplicador de nuestra generosidad lo tenemos en Meshak. Es un chico al que conocí una tarde en Nairobi en la que me acerqué a una pastelería para comprar unos dulces a los niños de Kwetu, la casa de niños de la calle. Él estaba entonces en la calle, un street boy, vestía un pantalón de pijama y nadie le hacía el menor caso. Le invité a un pastel y entablamos algo de conversación. Después quedamos en vernos, le animé a volver a casa, le animé en otro momento a ir a un centro de rescate de niños en la calle. Ahora, casi ocho años después, ha terminado la educación secundaria, y en breve seguirá con su formación en una formación profesional superior. ¿No es maravilloso?

Tú eres el que está detrás sosteniéndole (©Jason Ratliff)

Necesidad de superhéroes

Detrás de cada niño hay una novedad. Nosotros, tú y yo, facilitamos que ésta florezca. El dibujo que acompaña no señala que el niño piense que es un superhéroe, sino que sale adelante gracias a los superhéroes (tú, las personas que animes a unirse a este proyecto) que les cubren con su sombra.

Dos historias de comienzo

Dos niños

Me escribe Sister Janerose, la directora de la casa de rescate de niños de la calle Kwetu Home of Peace. Adjunta su foto con estos dos pequeños. Son hermanos, me cuenta. Les encontraron en la calle junto a su madre, una mujer con una grave enfermedad mental. Aunque suelen dirigirse a niños más mayores, no podían dejarles a su suerte.

 

Sister Janerose con estos dos hermanos

Han logrado que la madre ingrese en un hospital, y están a la espera de saber cuál puede ser su mejoría. Mientras, estos dos pequeños cuentan ahora con la familia de Kwetu para estar en un hogar y no en la noche cerrada de la calle. Pasan también a formar parte de la ‘familia’ de Karibu Sana: queremos cubrir su educación hasta que sean mayores de edad. ¿Conoces a alguien que quisiera encargarse de esta misión?

De la calle a la ley

Me escribe Moses Wafula.

Es de los primeros niños que conocí, en 2015. Había sido rescatado de la calle. Una mujer de Kenia se encargó de su educación en un internado pero en un momento dado él decidió volver a la calle. Pedí que me ayudaran a encontrarle y que le dieran otra oportunidad: costó, pero lo logré.

A punto de ir a la universidad

Empezó su educación en un colegio de Kibera a la vez que volvió con su madre. Esta era una mujer alcohólica y llena de sufrimiento. Una noche le ardió la chabola en la que vivía y falleció: Moses estaba fuera de casa. Al ser huérfano total, a través de Judy Oloo, la directora de su colegio y gran amiga mía, pasamos a mantenerle.

Hace dos meses acabó la secundaria. Ahora busca plaza en la universidad: quiere estudiar derecho.

Me pide que agradezca a la gente que forma Karibu Sana el que hayamos cuidado de él «cuando yo no era nada para nadie y no tenía sitio en este mundo. Que el Todopoderoso os ayude en todas vuestras metas».

Pensábamos, con nostalgia y sonrisa, lo que habría sido de él si no nos hubiéramos encontrado. Pensamos, ahora solo con sonrisa, todo lo que podrá ser porque nos hemos encontrado y él ha permanecido firme a pesar de tantos obstáculos.

Buscando aclararse…

Y una foto de Víctor, que todavía tiene que aclarar qué hacer con su vida, que está lleno de ideas pero también en un ambiente plagado de dificultades.

Welcome to School

Ganas de escuela

El título de esta entrada es el de la canción que nos cantaron ayer (24 de mayo) las niñas de Dorothea Centre, rescatadas de la calle hace un mes y que puedes ver aquí.

Es un grupo de veinte niñas, ya el tercero de esta institución que nace a partir de Kwetu Home of Peace, que está dirigido a rescatar chicos. La más pequeña de esta ‘promoción’ tiene 4 años. Se encuentra allí junto a sus hermanas de 12 y de 9 años respectivamente: expulsadas de casa por la madre, la de 12 se encargaba de cuidar de las otras dos. La última de esta promoción llegó ayer: hoy ya sonreía. Todas han tenido un camino muy duro, que casi es mejor ni imaginar, y en Dorothea Centre encuentran el hogar que no tenían. Mucho más serenas que los niños, me decía Sister Carol que a ninguna se le pasa por la cabeza la posibilidad de volver a la calle: quieren, al acabar en Dorothea, ir a clase. Y Karibu Sana está ahí para intentar conseguir los medios que les proporcionen una educación en un buen internado.

Me decía ayer Sister Carol que el 9 o el 16 de junio celebrarán una Misa en Dorothea Centre. Quieren que sea en honor de San Josemaría Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei y, por lo tanto, promotor de Strathmore University e inspirador de mi propia vida (pertenezco a la Obra). Me piden que asista por videoconferencia para poder dirigirles unas palabras. Y me insiste Sister Carol que la aplicaran no solo por mí y mi salud intermitente, sino por todos los donantes de Karibu Sana que han hecho posible que estas niñas tengan una vida mucho mejor.

Sobre otros niños

Millicent ahora

Contacté también con Millicent, a quien conocí cuando tenía tres o cuatro años y que ya es toda una señorita. Tanto ella como sus muchos hermanos y hermanas siguen adelante con nosotros, yendo al colegio.

Cuando la conocí, en 2016, con su hermano Peter.

En la otra foto os presento a Roberto, el siguiente a Millicent, todo un caballerete.

Roberto es una sonrisa andante

Y voy hablando con algunos de los mayores para ver cómo aclarar su futuro: Víctor y Austin, que son un poco peleones a la vez que están cargados de buenas intenciones. Vamos, ¡lo que se llama adolescencia!

Austin, con sus cascos y su indecisión

Muchas gracias por vuestra ayuda, que posibilita todas estas grandes obras.

Resultados del Proyecto Karibu Sana en 2022

Víctor

Resultados Karibu Sana 2022

Quería compartir con vosotros algunos resultados de la labor de Karibu Sana durante 2022, cosa que todavía no había hecho. Ha sido un año fantástico, el 7º de existencia de este proyecto que empezó con un niño mendigo en octubre de 2015 y que ahora beneficia directamente a más de 400 niños y niñas en todas las etapas educativas, desde los 2 años a la educación universitaria.

Sister Carol y las niñas recién rescatadas en Dorothea Rescue Centre

 

Vestidas para la fiesta de admisión en la que queman la sucia ropa con la que vivían en la calle

1. Becas escolares

Estos son los datos de colegios:

Total alumnos Niños Niñas Primaria Secundaria
Becas Karibu Sana 141 68 73 24 117
Becas Kwetu 33 33 7 26
Colegio Mathare 90 48 42 90
Colegio Eldoret 20 6 14 8 12
Colegio Desert Streams 80 37 43 80
Becas Dorothea 36 36 33 3
Becas Universidad/FP 6 5 1
TOTAL 406 197 209 242 153
    1. Becas Karibu Sana son los niños y niñas de todo tipo de colegios que tenemos en diversos sitios de Kenia, especialmente provenientes de Nairobi.
    2. Becas Kwetu son los niños rescatados de la calle por las Sisters de María Inmaculada de Eldoret. Al acabar su estancia en ese proyecto les financiamos la educación secundaria en internados. Desde hace dos años las Sisters han buscado otras fuentes de financiación para acompañar a todos los niños que terminan su etapa de rehabilitación/reinserción social en su proyecto.
    3. Colegio Mathare se encuentra en el barrio de chabolas de ese mismo nombre.
    4. Colegio Eldoret está en la ciudad de ese nombre: es un grupo dirigido por Sister Lucy, de la misma orden que las Sisters de Kwetu.
    5. Colegio Desert Streams es un centro de infantil y primaria en Kibera, barrio de chabolas de Nairobi, con el que llevamos ya seis años colaborando, dedicado a los más pobres.
    6. Becas Dorothea es la escolarización de niñas rescatadas de la calle por este centro que lleva dos años en funcionamiento y que acaba de acoger a 20 niñas más.
    7. Becas Universidad/FP son los que han acabado la escuela y han comenzado estudios superiores. Al ser mayores de edad, siempre les pedimos que ellos mismos aporten algo, bien sea con ayuda de su comunidad o con su trabajo.

Nos encargamos 100% de los niños y niñas de la calle o de los huérfanos totales. En los demás casos pedimos la colaboración de las familias. Esta suelen ser los uniformes y libros y el pago del tercer trimestre (el más breve y, por tanto, el más barato). Es una medida necesaria para que valoren la ayuda, pues se hacen conscientes del esfuerzo que supone, pero sobre todo para que no pierdan la responsabilidad sobre la educación de sus hijos, es decir, para que sean conscientes de su responsabilidad y dignidad.

Junior, Barbra y Moses en su nuevo colegio

2. Otros proyectos

    1. Ayudamos a algunas familias en las que la madre está gravemente enferma y no hay padre, o a niños que son huérfanos totales.
    2. Hemos terminado la ampliación de un dispensario médico en Kwetu, en el pueblo de Ruai, que atenderá a 700 familias de la zona, y que para el proyecto de niños de la calle será una fuente constante de ingreso y financiación. Ahora cuenta con servicio de asistencia al parto y pediatría, quizá lo más importante.
    3. Amueblamos el centro de Dorothea para rescate de niñas de la calle.
    4. Lo mismo con Tresgard Caring Centre, en Eldoret, para niños de familias muy marginadas.
    5. Conseguimos financiar los regalos de Navidad de Transform School y los de Desert School. Para muchos de ellos fueron los primeros regalos de sus vidas, los primeros juguetes.

Dos chicos de Karibu Sana están estudiando la carrera en Strathmore University. Uno, Samson Omondi, logró allí una beca del 100% y otro, Lameck Otiro, del 70%. Nosotros les ayudamos con la manutención y libros, además de ese 30% de matrícula que le faltaba a Lameck. Los dos están logrando unas notas extraordinarias. Otro, Erick, estudia odontología. Y Ezequiel terminará en 2023 psicología. En todos los casos, son los primeros universitarios de sus familias.

Lameck, que empieza su tercer semestre en Contabilidad y Empresariales

Ha cambiado el plan de estudios en el país. Ahora son 6 años de primaria (no 8) y 6 de secundaria (no 4). Eso ha hecho subir los precios de la educación. Además el país se encuentra en una buena crisis económica: post-covid, poco turismo, grave sequía, inflación.

 

3. Datos económicos

Nuestros ingresos económicos, muy positivos, en 2022 han sido los siguientes:

Número Ingresos
Donantes recurrentes 240 98.312
Donativos puntuales 51 21.888
Donantes especiales 3 52.750
Saldo 2021 153.193,60
Total 326.143,6

Los gastos, gestión y envíos a nuestro socio local en Kenia (Strathmore University) para pagos de colegios y demás necesidades, han sido:

Concepto Importes
Comisiones bancarias 861,80
Gastos relacionados con el proyecto 157,12
Financiación de Fundación Promoción Social 12.106,54
Ayudas (envío a socio local para su distribución) 121.953
Total gastos 135.078,46

En conclusión, el saldo en enero de 2023 a disponer en ayudas era de 191.065,78 euros.

El 4 de enero de 2023 enviamos a Nairobi 99.000 euros para los pagos de los dos primeros trimestres del curso, que comienza en enero.

De ese modo, el saldo real en enero de 2023 es de 92.065,60 euros. Esta cifra asegura la continuidad del proyecto y nos abre a la posibilidad de ayudar a más gente.

4. Crecimiento

Un último comentario sobre las perspectivas de crecimiento: desde su inicio pensamos que el Proyecto Karibu Sana no debe ser demasiado grande para poder asegurar el seguimiento personalizado de los beneficiarios. Preferimos acompañar bien, de uno en uno, que una tarea demasiado amplia en la que se pierda la perspectiva de la persona concreta. Al inicio pensábamos que nuestro techo estaría en las 100 personas beneficiarias. Ahora tenemos más de 400. Las perspectivas de crecimiento apuntan a los niños y niñas de Kwetu y Dorothea, para que no vuelvan a la calle, y a seguir con nuestros beneficiarios en la educación superior, universidad o formación profesional, que siempre son más caras.

Estamos actualmente en negociaciones con alguna fundación que muestra su interés en lo que hace Karibu Sana. Eso podría ser una excelente ocasión de crecimiento.

De modo principal, queremos depender de nuestros donantes puntuales. En ese sentido, tu tarea como socio va más allá de lo que puedes aportar. También podría incluir la posibilidad de dar a conocer Karibu Sana a otras personas. Permíteme sugerirte para ello que regales el libro Cien pares de zapatos, para que accedan de primera mano a este milagro que, en buena medida, se realiza cotidianamente gracias a ti.

 

PD: Todos los ingresos/gastos están auditados por la Coordinadora de ONGD–España, y los gestiona la Fundación Promoción Social.

Bautizos y clases

He conectado con Sarah, una chica a la que empezamos a pagar la educación hace cinco años, de las primeras. Tras terminar la secundaria trabajó unos meses de camarera. Luego la echaron y estaba en casa sin mucho que hacer. La he animado a ponerse en marcha. Ha buscado un curso de formación profesional como administrativa y hoy se reúne con Michael Babu, la mano de Karibu Sana en Nairobi.

De la calle a la escuela

Hablé hace cuatro días con Sister Carol. Es la monja que dirige la casa para niñas de la calle. Ya tiene a más de 20 yendo al colegio, y a otras casi 40 recién rescatadas. Me comenta que querría comenzar un dispensario médico, como en la casa de los chicos, para tener ingresos estables con los que mantener su proyecto. Me dice también que le resulta asombroso ver la diferencia entre chicos y chicas: ellas son mucho más tranquilas, ordenadas, cuidan sus cosas, se adaptan muy bien a la rutina, ¡no lo rompen todo! Y están muy contentas.

¡No pueden estar más contentas!

El pasado fin de semana varias de estas niñas recibieron el bautismo y la primera comunión. Las fotos son en verdad deliciosas. Rescatadas de la calle significa que estaban realmente al final de todo. Muchas no tienen casa a la que volver, porque su madre es poco mayor que ellas y está enganchada a la droga, a la prostitución, o probablemente a ambas cosas. Verlas es una recompensa, a la vez que una llamada a nuestra responsabilidad para seguir haciendo todo lo que podamos.

¡Vivan los deberes!

A eso te quería animar: con tu ayuda podemos ayudarles. ¿Será posible que nos ayudes a encontrar a más gente que nos ayude a ayudar? Perdón por el trabalenguas, pero me parecía un modo divertido de animarte.

Muchas gracias de parte de todos ellos. ¡de verdad!

¡Comienza el curso!

Queridos amigos,

la llegada de septiembre significa para nosotros el comienzo del nuevo curso.

No ocurre lo mismo en Kenia, donde las clases se inician cada mes de enero. Sin embargo, en agosto han tenido unos días de vacaciones y ahora (septiembre, octubre y algo de noviembre) comienzan el tercer trimestre, el último.

Con esta motivación tenemos a 431 niños. Foto de Sandra Romero

Nuestros alumnos, 431 en este momento, van a por ello. Tenemos a uno más que da el salto a la universidad: Erick, a quien conocí en diciembre de 2015. Era entonces un niño que vivía en un poblado de una plantación de té, en el que carecían de energía eléctrica. Lleva desde entonces con nosotros. Ahora ha sido admitido en odontología, pues quiere ser dentista. Como ya es mayor de edad, estamos compartiendo responsabilidades: Erick consigue el dinero de la matrícula (lo ha hecho a base de pedir a su familia y comunidad, y trabajando) y nosotros nos encargamos del alojamiento. Nos comentaba que esta política, que al principio le costó entender, le ha ayudado a darse cuenta de que él es el primer interesado en su formación.

Entre amigos. Foto de Sandra Romero

Samuel me contaba que fue a visitar a antiguos colegas de la calle, adolescentes de Kisumu (a 500 kilómetros de Nairobi). Me los presentó por videollamada. Uno de ellos ha tomado la decisión de cambiar de vida: volvió con su familia, en otra ciudad, y ahora estamos trabajando para que vuelva a la escuela.

Y el resto a lo importante: el trabajo de cada día. Y los de 8º de Educación Primaria ya están preparando el examen nacional de paso a secundaria. Gracias a ti, van cambiando a mejor sus vidas.

¡Buena vuelta al mundo de después de agosto!

Javier

PD: Las fotos son de Sandra Romero, que se encuentra estos días en Nairobi visitando uno de los colegios que atendemos.

Exámenes de paso a Secundaria

KPCE

El mes de marzo es emocionante para nuestros estudiantes del equivalente a 2º de la ESO, es decir, Standard 8th. Hacen un examen nacional, el KPCE, que es como una selectividad o PAU para pasar de primaria a secundaria. La nota, en teoría, sirve para que puedas elegir centro de secundaria. A mejor nota, mejor colegio. O eso dicen. El examen es sobre 500 puntos. Sacar más de 400 se considera una  proeza, y equivaldría a una A o a un 10.

Muchos de nuestros beneficiarios han pasado por esta primera ‘prueba de la vida’. Los resultados varían según los niños, pero muchos son excelentes. Y todos son chicos y chicas menores de 14 años: haber llegado hasta aquí ya es un gran ejemplo. Ahora se trata de que todos sigan con sus estudios en escuelas de Secundaria. Muchos querrán ir a internados, otros tendrán que seguir estudiando en centros de día mientras viven con su familia. Todo depende de los fondos que tengamos y de lo que sea mejor para cada caso. Con nuestros socios de Nairobi ya estamos estudiando cómo continuar.

Celebrando el examen en Kwetu

Algunos resultados

Por ejemplo, de los niños que cuida Sister Lucy en Eldoret tenemos estos datos asombrosos: Angelyne Wanjiru, 405; Michelle Njeri, 405; Kuhora Theresa, 395; Maina Christine 375. Son tres chicas muy brillantes.

Njeri Esther, 264, es la quinta de ocho hermanos. Ha tenido problemas de salud, con algunas entradas al hospital, y ha conseguido aprobar. Swimua Magdalene, 352, es una chica que conozco desde hace cinco años y que, con su hermana pequeña Blessings, me llama con frecuencia para informarme de sus avances y sueños. Su nota es muy buena.

En la foto tenéis los resultados de los chicos de Kwetu, rescatados de la calle, que han hecho el examen.

Notas Kwetu

Como dice en la foto, es un placer ver que hayan pasado de la calle a los logros académicos. Cada uno de estos niños es mucho más que un héroe: las circunstancias de sus vidas no han sido fáciles y estos resultados (el mismo hecho de haberse presentado al examen) son un logro deslumbrante.

Los alumnos de Desert Streams son más de 40. Todos viven en el barrio de chabolas de Kibera. Y todos en unas condiciones tremendas de pobreza. Los resultados van, sin nombres, de 360, 354, 346, 332, 329, 326, 324, 323, 316, 297, 289, 276, …, 206, 189, 175. El esfuerzo ha sido de todos. Ahora la lucha será conseguir que también todos puedan continuar sus estudios.

La vuelta de Samuel

No todas las historias acaban bien. O eso parece. Sin embargo…

Al poco de volverme a España, en enero de 2017, Samuel Omondi, un niño al que yo mismo había llevado desde el puente donde dormía hasta Kwetu Home of Peace, el hogar donde se reforma a los niños de la calle, huyó. No conseguimos entender sus motivos, que no serían en exceso racionales: Samuel llevaba ocho meses en la calle, huérfano total, y había recorrido 500 kilómetros desde su ciudad hasta Nairobi. Quizá le tiraba mucho la libertad y poco los horarios que impone ir a la escuela. La cuestión es que se marchó y no volvimos a saber de él. A mí me dio mucha pena, pues le había cogido mucho cariño desde el día en que le conocí perdiendo el tiempo en la calle.

Su primer día en Kwetu, algo asustado

En 2019 llegó una noticia: Sara, una amiga española que vive en Nairobi, le había visto. Pero fue justo cuando el transporte de Sara abandonaba un lugar del centro de la ciudad. Me comentó que Samuel parecía drogado, y que le había preguntado por mí. En seguida se perdió en la noche.

Hace dos semanas apareció de nuevo. Otra vez se encontró con Sara. Le pidió que me preguntara si le perdonaba. Inmediatamente pedí a Sara que me pusiera en contacto con él. Lo hicimos por WhatsApp. Ahora tiene 19 años, la voz grave, y trabaja en un puesto callejero donde se vende comida, en el slum de Kibera. Vive con el matrimonio dueño de la tienda a cambio de su tarea. No ha vuelto al colegio: con 19 años no ha terminado la Primaria. Samuel, sin embargo, es un chico tremendamente inteligente, y tiene un alto nivel de inglés. A la pregunta de por qué se escapó no sabe qué responder: que no se veía encerrado, que se equivocó.

¡Qué rápido hizo amigos!

Hemos hablado mucho en estos días: me escribe todos, o me manda un audio. Ya ha estado con Michael Babu, el representante de Karibu Sana en Nairobi, y con Judy Oloo, la directora del colegio Desert Streams. Le he propuesto terminar la Primaria a la vez que trabaja en el colegio, con idea de que haga al año siguiente una formación profesional superior, o ya veremos.

Ayer me escribía lo siguiente: «¿Sabes? A veces me haces sentir que no me encuentro solo. Llevaba mucho tiempo pensando en cómo podía ponerme de nuevo en contacto contigo. Y ahora que te he encontrado, te voy a agarrar fuerte con mis dos manos».

No todas las historias acaban bien. Pero algunas empiezan de nuevo. Samuel Omondi no va a estar solo nunca más.

Hablando por WhatsApp hace dos días, ¡cuatro años después!