Estudiar y llover

Lluvias

Desde hace unas semanas Kenia anda anegada en lluvias. Entre el fenómeno El Niño y unas corrientes cercanas a la India, el país ha pasado de la sequía al exceso de agua. Llevan casi 200 fallecidos, decenas de presas en peligro de rotura y fuertes inundaciones especialmente para la gente más necesitadas: los barrios de chabolas carecen de desagües y con frecuencia se construyen en torrenteras. Total, que el Gobierno ha decidido que los colegios abran dos semanas después de lo previsto. Esta semana es cuando los alumnos han vuelto a clase.

En Kibera
La casa de Blessings en Kibera

Proyectos

Las cosas (¡las personas!) van muy bien. Nuestro socio local, Strathmore University, sigue cubriendo el pago de las matrículas escolares (¡451!). Tanto ellos (Luis Borrallo y Michael Babu) como la Fundación Promoción Social (María Beamonte, Macarena Cotelo e Iván Aznar, además de todas las personas que trabajan allí) están trabajando duro para el gran proyecto que tenemos entre manos y que hará crecer Karibu Sana. Va a ir dirigido a fortalecer a los agentes de cambio con los que trabajamos: las Sisters de Kwetu y Dorothea, los profesores y administradores de varios colegios, los trabajadores sociales y psicólogos que se dedican a los niños de la calle, etc. Nuestra ilusión es invertir en formación y en salarios para que los mejores hagan el mejor trabajo posible con los niños.

Os conté de un pozo que vamos a hacer con Sister Lucy en Eldoret. Ya les hemos dado el dinero de nuestra participación. Hace unos días nos llegó la propuesta de otro, para Kwetu, que dará agua a los niños y a la granja que tienen allí, además de a la gente de la zona.

Alumnos

Samuel desde Kisumu, junto al Lago Victoria
Samuel desde Kisumu, en el Lago Victoria

He tenido varias conversaciones con Samuel. Tras más de cuatro años en la calle y una infancia dura en la ciudad de Kisumu, está a por todas en su penúltimo año de colegio y con ganas de universidad.

Joan con Judy
Joan con Judy, su madre

De la universidad también he hablado con Joan. Empezó el curso esta semana. Quiere ser psicóloga.

Donantes

Sobre donantes os cuento una muy bonita. Se puso en contacto conmigo alguien. Acababa de vender un piso. El negocio había salido bien. Me dijo que le buscara algo concreto para poder hacer una aportación extraordinaria. Y otra. Me dice una persona, María, que ahora que van a celebrar el XXV aniversario de boda pedirán que los regalos sean para Karibu Sana. Y lo más importante: las donaciones recurrentes que hacéis sostienen lo ordinario de este proyecto, a saber, el gasto en matrículas.

¿Verdad que es maravilloso?

Allí también llegó la Navidad

A inicios de diciembre me preguntó Patrick Ambasa, director de Transform School en Kibera, si este año sus alumnos podían contar con un detalle por Navidad. Como los ingresos que se hacen a Karibu Sana son para matrículas escolares, me animé a preguntar a Cooperación Internacional si nos podían echar una mano con este propósito. El año anterior lo hicieron, gracias al apoyo de una gran empresa. Este año la empresa había cambiado de proyectos, pero aún así me aseguraron que Cooperación Internacional misma podía hacer un esfuerzo por esos niños.

Preparada para jugar

El principal problema que tuvimos fue que en Kenia el mes de diciembre es como para nosotros agosto: todo cierra y los que pueden se van de vacaciones. Como había que firmar un acuerdo entre Cooperación Internacional y Strathmore University para realizar este pequeño proyecto, tuvimos que retardar la ejecución a enero.

Pero no era mala idea este retraso: en enero empiezan los colegios. Además, este año ha cambiado el curriculum escolar y, en consecuencia, los libros. Y los alumnos de Transform School son de los que sus padres no pueden permitirse a veces ni comprar un lápiz. Patrick actuó en consecuencia: el regalo que recibirían sus alumnos sería sobre todo material para el colegio.

Patrick con todo preparado

Los más pequeños se llevan, además, lápices de colores, uno de los bienes más preciados por la infancia en todo el planeta. Los más mayores, sobre todo libros de texto y cuadernos. Eso sí, han contado con presupuesto suficiente para adquirir también algunos balones, combas con las que saltar, y unos pocos peluches para los más menudos de esos alumnos, que los miraban asombrados.

¿A cuántos podríamos llegar?

2023 puede ser un año excelente para los niños de Karibu Sana. Cuento con vosotros, y con que nos ayudéis a encontrar más personas que quieran ayudarnos con este proyecto educativo.

¡Gracias!

429 como Magdalene

La niña de la foto se llama Magdalene. La conocí en Nairobi en noviembre de 2016. Como sus cuatro hermanos, lleva desde entonces con nosotros. En el 16 estaba en los primeros cursos de primaria. En la foto, de hace dos días, está entrado por primera vez en la escuela internado donde va a estudiar la secundaria.

Vive con su madre y hermanos en una chabola de Kibera: una sola habitación para seis. Aquel mes de noviembre los dos chicos tenían para dormir el sofá, sin almohadones (solo la estructura de madera), mientras que ella compartía cama con la madre y dos hermanas (una de tres años, la otra de catorce).

Estas son las sandalias que fabrica y vende la madre de Magdalene

El encuentro con Karibu Sana le ha cambiado la vida a todos. También a la madre: su vida sigue siendo una existencia llena de estrés para lograr el dinero con el que llenar la cazuela, pero al menos no ha tenido que ver cómo sus niños quedaban fuera de una educación formal.

Que Magdalene esté en un internado (boarding school) va a suponer un gran ahorro para la madre. Y para la niña significa vivir en el campo, lejos de las chabolas y los albañales, tener un lugar con ambiente de estudio y amistad, comer tres veces al día, tener electricidad… ¡tantas cosas!

Y esto le pasa a otros 428 niños y niñas como Magdalene.

¡Y esto es gracias a ti!

Cartas, fotos y tristezas

Damaris

Pongo de foto de la entrada a Millicent y a Peter. Los dos son hermanos de Damaris. Los dos llevan en Karibu Sana desde el principio. Me escribe Damaris, la tercera de ocho hermanos.

«Espero que estés bien. Quiero aprovechar esta oportunidad para agradecerte el incansable apoyo que nos has ofrecido a mí y a mi familia. Que Dios todopoderoso te bendiga abundantemente, haga crecer tu territorio y proteja a ti y a tu familia de todo mal.

Te quería contar también que estamos todos muy bien y que trabajamos duro en nuestras tareas académicas. Pasaré en enero a ‘Form Three’ (1º de bachillerato) y tengo una media de Sobresaliente (A-).

Por cierto, nos hemos visto obligados a volver a vivir en el slum (barrio de chabolas) de Kayole debido a las deudas de mis padres. Y nuestra hermana pequeña, Rachael, cumplirá tres años al final de diciembre.

De tu querida amiga, Damaris Njoki’.

 

Damaris, ya una señorita
Roberto, el penúltimo
Y la increíble Rachael, que empieza en enero con Karibu Sana

 

Esther

Al día siguiente me llegó otro mensaje de su hermana, Esther, de doce:

«Espero que estés bien. Hace mucho tiempo que no nos vemos. ¿Cómo están en tu familia? Te he echado mucho de menos, y estoy segura de que tú también a mí. He visto tu foto: ¡qué guapo estás en España! Te deseo una feliz Navidad y que cuando vengas a Nairobi tengas un viaje muy seguro. Saluda a todas aquellas personas que quieren ayudar. Y si me necesitas, házmelo saber. ERES EL MEJOR DE TODAS LAS PERSONAS QUE CONOZCO. Gracias por quererme a mí y a mi familia, y que Dios te bendiga».

 

Vincent

Y me escribe Vincent, de trece:

«¡Hola, papá! ¿Qué tal estás? Espero que genial. Yo muy bien, aunque te echo mucho de menos, querido papá. Me va muy bien en el colegio, a la espera de que me lleguen las notas del último curso de primaria. Gracias, Baba, por tu gran trabajo por mi familia. Que Dios te bendiga».

El equipo de Austin. Él de flores.

Adjunto una foto de Austin. Me la ha enviado hoy. Le veis con el pantalón de flores: Austin juega al fútbol con sus compañeros de clase en vez de estar en la calle mendigando. ¡Qué gran avance!

Ana, que fue alumna mía el curso pasado, me invitó a hablar de Karibu Sana en su Congregación Mariana. Asistió un grupo de unos 25 chicos y chicas universitarios, llenos de inquietudes y de ganas de hacer buenas cosas. Me aguantaron casi hora y media, luego estuvimos rezando un buen rato, y mientras compartíamos unas pizzas a eso de las 11,00pm se ofrecieron varios (Sol, María…) a echarnos una mano para dar a conocer Karibu Sana entre universitarios. Una más de las miles de bendiciones que uno recibe gracias a dedicar parte de su tiempo a este fantástico proyecto.

El cartel del evento, con varios de los chicos de Kwetu

 

La orfandad de Moses

Y una mala noticia:

Murió la madre de Moses Wafula, un niño al que ayudé a rescatar de la calle, al que llevamos a un internado, y que se ha quedado totalmente huérfano junto con sus tres hermanos. Su situación era tan desesperada que llevaba tres días por todo Kibera pidiendo dinero a la gente para que le ayudaran a enterrarla y a comprar un ataúd. Le hemos pagado ambas cosas, y le he mandado todo el cariño de su nueva familia, Karibu Sana.

Meshack, Moses, Jackson y Peter. Ahora somos la familia de los cuatro

 

Actividades en el mes de agosto

200 niños al campamento de Kibera

Llega el necesario descanso. En Kenia también: los alumnos de colegios tienen ahora tres semanas de vacaciones. Para aprovecharlas, hemos organizado un campamento en Kibera, el barrio de chabolas más grande de África.

Lo montan y dirigen Alex y Ana, Carabanchel y Móstoles, consultor y experta en historia del arte. Nos ha ayudado Juan Carlos, de la empresa Makro Paper, distribuidora de material de oficina y de plástica. Nos ha hecho una donación más que suficiente para llenar de plastelina y rotuladores a los 200 niños que van a participar.

Ana y Alex: ya tenemos todo preparado

Con Alex y Ana estarán 12 profesores, la cocinera, la directora y el guarda del colegio. Son en parte otra razón para haber organizado este plan: para ellos es la ocasión de ganarse un sueldo que no reciben en tiempo de vacaciones. Así podrán afrontar pagos de renta y de comida. Como podéis suponer, hablamos de un sueldo muy pequeño.

Alex y Ana han pedido dinero a sus familiares, amigos, empresa… Además se han rascado el bolsillo para el billete. Todo lo que han obtenido va al campamento: alquileres de autobús para llevarse a los niños de excursión, pagos de salarios, compra de pintura para adecentar la escuela. compra de material de juegos (combas, balones, redes, etc.). Los niños lo esperan como agua de Mayo. Eso me decía el otro día Blessings, de siete años. Además así les garantizamos que aprovechan el tiempo en vacaciones, que se divierten y que comen al menos dos veces al día.

Alex y Ana van a gastar en esto sus vacaciones. Son enormemente generosos. Rezad un poco por ellos y seguid apoyando a Karibu Sana.

30 de Kwetu que nos esperan

¡En enero nos esperan 30 niños nuevos de Kwetu! Por decirlo en cifras, unos 30.000€ que hay que conseguir. Lo bueno es que no podemos no conseguirlos: me decían el otro día que estos niños andan preocupados porque acaban su tiempo de dos años en Kwetu y tienen miedo de volver a la calle. Si les llevamos a internados eso no va a pasar. Y no va a pasar.

PD: Mañana me reúno con una Fundación que están interesados en ayudar.

Os deseo un feliz mes de agosto.

¡Vamos a por esos 30! ¡Cambiamos el mundo con educación!